José Antonio Turrado Fernández / Secretario general de ASAJA de León

El pasado viernes día 20 de octubre, a la misma hora en la que ASAJA organizaba en La Bañeza una cata de vinos de Tierra de León, impulsando el conocimiento del vino y el consumo responsable entre los jóvenes agricultores, el presidente de la D.O. Tierra de León hacía una crítica preventiva a esta organización agraria cuestionando unas declaraciones previas relacionadas con el vino del Bierzo y llamándonos irresponsables. Supongo que nadie le pidió ser defensor de los intereses de los miembros de la D.O. Bierzo que se habían sentido ofendidos. Supongo que esta crítica preventiva la hizo porque criticar a las organizaciones agrarias suele salir gratis, porque es temeroso de que otros se arroguen el derecho a cuestionar lo que hace el Consejo que usted preside, y en el fondo porque no nos considera con legitimidad para decir lo que creamos conveniente en defensa de los intereses de nuestros representados, que en este caso no son otros que los viticultores, todos los viticultores, mientras no digan lo contrario, le guste a usted o no le guste. No busque rectificación o arrepentimiento al respecto de lo declarado en su día sobre la D.O. Bierzo, de la que seguimos afirmando que se han producido pérdidas superiores al sesenta por ciento, y seguimos denunciando que una parte importantísima de la uva que cada año se produce, a excepción de este, no se elabora en la comarca y/o no se embotella con etiqueta del consejo regulador.

Pero vamos a lo que nos ocupa. Ya que las cifras de la D.O. Tierra de León se hicieron oficiales el pasado viernes, entenderá que todos podamos opinar sobre ellas, y en el caso de ASAJA, hasta tenemos la obligación de hacerlo. No le cuestionamos que la diferencia entre lo controlado por el Consejo en 2016 y lo controlado en 2017 suponga una caída del 70 por ciento, pero afirmamos que la reducción de la producción es mayor, es decir,  que ha habido más pérdidas, y que las cifras con las que discrepamos tienen mucho que ver con esa producción que cada año se escapa al control del Consejo Regulador.  Como de agronomía algo sabemos, y como quienes cosechan la uva son nuestros representados, no nos creemos que los años normales o buenos, con casi 1.400 hectáreas a pleno rendimiento, la producción escasamente alcance los 4,5 millones de kilos. Es más creíble que el pasado año se produjeran 6.000 kilos por hectárea, que este año se hayan alcanzado 1.000 kilos. Y con esto le estamos diciendo, no que sea un fraude que el Consejo Regulador en años normales no controle toda la uva producida en las viñas amparadas por la denominación, sino que es una pena que no toda la uva se compre para elaborar vino con etiqueta de la Denominación de Origen. Nosotros apostamos porque en el futuro toda la uva se compre para producir vino Tierra de León, y a poder ser que se pague a un precio suficientemente remunerativo para el productor.

No nos vea fiscalizadores de los controles de los consejos reguladores, de todos, los del vino y los de otros productos, aunque podríamos hacerlo con la legitimidad que nos da la representatividad que ostentamos. Son ustedes los que deben de hacer las cosas suficientemente bien como para ser creíbles, y es la Junta de Castilla y León la que debe de supervisar su trabajo. No le pedimos que reconozca nuestra labor de más de treinta años impulsando las figuras de calidad, ni le pedimos que reconozca el papel del productor como pieza esencial y la labor de las organizaciones agrarias en la defensa del campo y la modernización del sector primario. Realmente no le pedimos nada, sencillamente que, como hasta ahora, no se preocupe de nosotros.

Nada de lo que pase en el campo es ajeno a los intereses de ASAJA. Nuestra independencia, que es nuestro principal activo, nos permite decir en cada momento eso que consideramos más adecuado para la defensa de los intereses de nuestros asociados. Así  lo hemos hecho y así lo seguiremos  haciendo, y quienes gratuitamente comienzan conflictos con nosotros, son los responsables de cerrarlos.

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