Ginés Mena / Efeagro

Las cotizaciones en origen del aceite de oliva reflejan ligeras subidas estos días y suman cuatro semanas consecutivas de revalorizaciones, aunque se han ralentizado algo las transacciones entre almazaras y entidades comercializadoras, con operaciones «a cuenta gotas», apuntan fuentes del sector agrario.

Durante esta semana, los vírgenes extra se han movido en origen desde los 3,70 euros por kilo hasta los 3,80-3,84, para desacelerarse después, en los últimos días.

El Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) muestra, entre el 14 y el 20 de octubre, un total de 27 operaciones por 1.359 toneladas, con un precio medio de 3,72 euros por kilo.

Por categorías, el virgen extra se paga a granel y salida de bodega a 3,76 euros/kg; el virgen, a 3,68 y el lampante, a 3,60 euros/kg, detalla el POOLred.

De acuerdo con el Observatorio de Precios de la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva), los agentes comerciales salían el jueves 19 a comprar vírgenes extra desde 3,668 euros/kg; vírgenes desde 3,619 euros y lampantes a partir de 3,539, en la variedad picual, en todos los casos.

Sobre otras categorías, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) ha apuntado, del 9 al 15 de octubre, valores de 194,52 euros/100 kg para el aceite de orujo crudo y de 249,14 para el refinado, mientras que el de girasol refinado aparece en los 77,86 euros por 100 kilos.

En este mismo período, el Ministerio apunta «movimientos al alza» en los precios medios semanales de los aceites de oliva, especialmente del virgen (+0,72 %) y del virgen extra (+0,59 %).

Asaja-Jaén constata en su análisis de mercado del 13 al 19 de octubre que el precio vuelve a subir, una semana más; las ventas han bajado y, «por ahora, sigue siendo un suceso puntual».

Las últimas lluvias han venido bien para «paralizar un poco la situación de pérdida permanente que teníamos día tras día»


El sector agrario está muy pendiente de la climatología, que incidirá en la evolución del olivar y de las cotizaciones.

El representante de COAG en la Interprofesional, Juan Luis Ávila (a su vez, secretario general de COAG-Jaén), ha señalado a Efeagro que las últimas lluvias han venido especialmente bien al secano y al regadío, que tenía concesiones precarias, para «paralizar un poco la situación de pérdida permanente que teníamos día tras día», con el desprendimiento de aceitunas y arrugado del fruto. En general, no ha llovido lo suficiente para solucionar el problema de la sequía, pero sí ha ayudado a los cultivos.

Ávila recuerda que la semana próxima se presentará el aforo de cosecha de la Consejería de Agricultura de Andalucía y, aunque COAG respalda que se siga haciendo y con la seriedad acostumbrada, opina que ha llegado el momento de que la Junta y el Ministerio «presionen» a la Unión Europea (UE) para que el resto de países productores muestren también sus previsiones.

En este contexto, pide que no sea siempre España la que aporte todos los datos y previsiones de producción, con transparencia, para que luego otros países aprovechen para lanzar «los datos que a ellos les interesa» -en referencia sobre todo a Italia- y puedan así influir en la evolución del mercado.

El secretario general de UPA-Jaén, Cristóbal Cano, cree que las lluvias de 40-60 litros por metro cuadrado que han caído sobre la provincia «suben el ánimo» de los oleicultores, pero no compensan los dos años de fuerte sequía que soportan, ya que hay una parte de la aceituna de secano que «ya no es recuperable».

«En el mejor de los escenarios» la provincia de Jaén llegaría solo a las 400.000 toneladas

El olivar encara unas semanas «cruciales» para determinar el rendimiento graso, pero «en el mejor de los escenarios» la provincia de Jaén llegaría a las 400.000 toneladas, lejos de las más de 500.000 logradas en el ejercicio anterior.

UPA confía en que estas precipitaciones «no sean un espejismo» y vengan nuevas borrascas que permitan «una campaña media».

Este ejercicio de comercialización habrá que estar muy atentos a Túnez, que gana peso en los mercados internacionales gracias a una buena cosecha, que se disparará un 120 % hasta 220.000 toneladas.

El país -que planta cada año casi 20 millones de nuevas hectáreas de olivo- quiere duplicar sus exportaciones, hasta las 200.000 toneladas, con la UE y EEUU como principales clientes, además de ampliar mercados en Rusia, sudeste asiático y África.

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