La organización agraria Asaja Extremadura prevé que el cultivo de maíz extremeño sufra esta campaña una rebaja en sus rendimientos del 15 por ciento en relación al ejercicio pasado, debido al exceso de calor de este año. Una cifra por encima de las previsiones iniciales.
El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha expresado a Efe que, de los 14.000 kilos de maíz por hectárea que se recogen habitualmente, se pasará a unos 11.500 kilos/hectárea, según las previsiones.
Al tratarse de un cultivo de regadío, no se ha visto afectado por la ausencia de lluvias, pero sí por el intenso calor
La cosecha se ha iniciado ya en algunas zonas de Extremadura, y el final de la campaña dependerá de las lluvias otoñales, que si no llegan hará que culmine a finales del próximo octubre.
Extremadura ha destinado este año unas 55.000 hectáreas al cultivo de este producto, una cantidad importante aunque, según ha explicado Ángel García Blanco, se trata de un número que va en descenso en los últimos años.
Como ha recordado el responsable de Asaja Extremadura, este cultivo depende mucho del número de hectáreas que estén previstas para el tomate.
Las decisiones en relación a las hectáreas dedicadas al arroz también influyen en el maíz, a lo que se sumaría en el futuro la reintroducción de la remolacha, cultivo en el que hay puestas muchas expectativas al albor de la posibilidad de que un grupo árabe instale una gran planta azucarera en Mérida.
El maíz extremeño para consumo humano está dirigido principalmente al mercado nacional, en el que el consumo de este producto es mayor a la producción obtenida, lo que hace que sea necesario importar de países como Ucrania o Sudamérica, que en este último caso llega a la Península a través de puertos como Lisboa o Huelva.
Ángel García Blanco ha explicado que, al tratarse de un cultivo de regadío, el maíz no se ha visto afectado por la ausencia de lluvias, pero sí por el intenso calor, que ha repercutido en los rendimientos.