Los Gobiernos de España y Francia han optado por crear un comité conjunto para solucionar lo que en el país galo se conoce como la guerra del vino y que ha originado protestas y ataques de agricultores franceses contra el producto español, aunque se dan un año para encontrar soluciones.
Los ministros de Agricultura de Francia, Stéphane Travert, y España, Isabel García Tejerina, presidieron este martes 25 la primera reunión de este comité mixto vitivinícola, indicaron sendos departamentos en un comunicado conjunto.
Su encuentro en París sucede al celebrado entre representantes de la industria vitivinícola en Madrid el pasado 24 de mayo y tuvo lugar en presencia de profesionales del sector.
La primera reunión de este comité sirvió para intercambiar «puntos de vista» sobre la situación del sector y de los mercados en los dos países y «compartir las bases de una visión económica común».
Los agricultores franceses acusan a la competencia española de hundir sus precios y de etiquetado ilegal
Las relaciones entre los dos países se han visto marcadas últimamente por esta guerra del vino y las acciones contra productos españoles por parte de agricultores franceses, que acusan a la competencia española de hundir los precios.
España presentó el pasado 11 de julio una queja ante las autoridades francesas y pidió al Ejecutivo francés actuar para evitar actuaciones similares en el futuro.
Travert, según el comunicado, reiteró su condena a «los incidentes acaecidos en Francia contra la producción española de vino desde 2016″ qwue acabaron generando la llamada guerra del vino.
El diálogo proseguirá en el seno de dos grupos temáticos: uno sobre la competitividad y aspectos económicos del sector, para anticipar posibles dificultades del mercado, y otro sobre cuestiones reglamentarias, para «establecer posturas franco-españolas fuertes» en materia de política europea e internacional.
Los dos grupos se reunirán de aquí a junio de 2018, fecha del próximo comité mixto, que se celebrará en Madrid, con el objetivo de «trabajar juntos para responder, con el apoyo de sus administraciones, a los numerosos desafíos que deberá superar el sector vitivinícola franco-español en los próximos años».