La decisión del Gobierno de Putin de ampliar hasta diciembre de 2018 el denominado veto ruso a los productos perecederos europeos no sólo ha sentado como un jarro de agua fría en el sector hortofrutícola en general pero al hortícola en particular, sino que ha vuelto a poner en evidencia que las ayudas de la CE no son suficientes para paliar sus consecuencias (unos 2.000 millones sólo en este sector) y que no cubre todos los productos que se exportaban a Rusia.
Así, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (Fepex) considera que «la Comisión Europea debería ampliar el ámbito de aplicación» del nuevo Reglamento Delegado de ayudas por el veto ruso «a todos los productos afectados».
España sólo recibe 26,9 de los 70 millones de euros que la Unión Europea destina a paliar el veto ruso en el sector de la fruta
Así lo han apuntado en un comunicado en el que también defienden para ese paquete de ayudas «unas cuantías acordes con la dimensión del mercado ruso» ya que, a su juicio, «no existen mercados alternativos» al ruso ni por «volumen» ni por «diversidad» para las ventas en el exterior la producción hortofrutícola española.
El denominado veto ruso arrancaba en agosto de 2014 y Fepex ha recordado que Rusia era el primer mercado no comunitario del sector de frutas y hortalizas español, con unas ventas directas de 230.729 toneladas por un valor de 226 millones de euros en 2013, sin considerar las reexportaciones desde otros Estados miembros por un volumen y valor superiores a los mencionados.
La Comisión Europea anunció el viernes que España recibirá 26,9 de los 70 millones de euros que la Unión Europea (UE) destinará a ayudas para los productores de frutas afectados por el veto ruso a las importaciones comunitarias decretada por las autoridades rusas a partir del 1 de julio y hasta el 30 de junio de 2018.
La mayor cantidad de ayudas -14,1 millones- serán para los productores de naranjas, clementinas, mandarinas y limones, mientras que 9,7 millones se destinarán a los de melocotones y nectarinas; los dedicados al cultivo de manzanas y peras obtendrán 1,9 millones y los de ciruelas, 1,2 millones.
Los importes máximos de la ayuda de retirada del mercado de la fruta para su distribución gratuita son de 48,14 €/100 kg para cerezas; 34 €/100 kg para ciruelas; 26,90 ?€/100 kg para nectarinas y melocotones; 23,99 €/100 kg para limones; 23,85 ?€/100 kg para peras y 22,16 €/100 kg para clementinas.
A estas cuantías hay que sumar 21,02 €/100 kg para caquis, 21 €/100 kg para naranjas, 19,50 €/100 kg para satsumas y 16,98 €/100 kg para manzanas.
Enfado de la Junta de Andalucía porque las ayudas al veto ruso excluyan a las hortalizas
Por su parte, el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, ha lamentado que Bruselas haya «hecho caso omiso» a la solicitud de no excluir las hortalizas de las medidas compensatorias para los afectados por el veto ruso, una petición argumentada desde Andalucía con un informe remitido al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. En este documento se resaltaba que el cupo asignado a hortalizas en el anterior reglamento ya «resultó escaso» y que desde marzo las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) han estado usando intensamente el mecanismo de retirada financiándolo a través de los fondos operativos.
Rodrigo Sánchez se ha reunido este lunes 3 en Motril (Granada) con la alcaldesa de la localidad, Flor Almón, y representantes del sector hortofrutícola de la provincia, a quienes ha explicado que la nueva normativa, que entró en vigor el pasado sábado 1 de julio, ha dejado al margen a estos productos «con el argumento de que la situación había mejorado». El consejero ha calificado esta decisión como un error, alegando que «el sector hortícola sigue necesitando hacer mayor uso de la retirada por el cierre de este mercado tal y como se ha demostrado».
Además, la mejor situación comparativa para la producción hortícola andaluza y española de esta campaña, debida a unas condiciones climáticas desfavorables en otros países productores del sur de Europa, no es probable que vuelva a repetirse en la siguiente campaña. Por lo tanto, si el veto ruso persiste y se produce una sobreoferta de hortalizas, el sector no tendrá la posibilidad de contar con las medidas excepcionales de retirada que necesita.
Por otro lado, el comisario europeo ha argumentado que los cultivos hortícolas tienen mayor capacidad de adaptación que los permanentes (leñosos). Sin embargo, las estructuras de los cultivos hortícolas andaluces (invernaderos) sí son permanentes y han supuesto una inversión significativa para los productores, por lo que la única alternativa que tienen es cultivar otras especies hortícolas.