La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, manifiesta su disconformidad con las declaraciones realizadas por el Director General de Medio Natural del Gobierno de Aragón, Alfonso Calvo, sobre la convivencia del lobo y la ganadería extensiva, al criticar que el coste del asentamiento del lobo recae directamente sobre los propios ganaderos de ovino y/o caprino.

En la entrevista que publica ‘La Comarca’, Alfonso Calvo asegura que “es posible la convivencia siempre y cuando los ganaderos tengan en cuenta las medidas preventivas del Gobierno de Aragón: perros mastines y vallados”. Una afirmación que UAGA-COAG no comparte, ya que indica que los ganaderos están convencidos de lo contrario. Así que partiendo de la visión de que ovino y caprino no pueden compartir territorio con un gran carnívoro, los ganaderos de extensivo se oponen a que toda la responsabilidad de esa ‘convivencia impuesta’ recaiga sobre ellos.

ADVIERTEN DE QUE SI YA DE POR SÍ PELIGRA EL FUTURO DE LA GANADERÍA EXTENSIVA EN ARAGÓN, SI SE LE AÑADE LA PRESENCIA DEL LOBO, EL SECTOR DEJARÁ DE SER VIABLE EN MUCHAS COMARCAS

UAGA-COAG señala que los ganaderos de ovino y/o caprino asentados en las zonas donde se ha constatado la presencia del lobo soportan una carga de trabajo mayor que sus compañeros de otras zonas. Tienen que estar vigilando constantemente al ganado o en su defecto tienen montar y desmontar el vallado electrificado para proteger al rebaño. Además, esta preocupación y el estado permanente de alerta les genera a estos profesionales un alto nivel de estrés. Por no mencionar las pérdidas económicas cuando su rebaño sufre un ataque, porque además de las visibles, que son las ovejas y corderos muertos, están las derivadas, lo que se conoce como ‘lucro cesante’, y que implica las pérdidas por abortos y el estrés que arrastra el resto del rebaño.

UAGA-COAG alerta de que la ganadería extensiva es un sector poco atractivo para las personas más jóvenes por la atención y cuidados que implica el propio manejo de estos animales. Los datos del Gobierno de Aragón confirman la tendencia negativa de este sector. Actualmente el número de explotaciones activas está en torno a 2.400, cuando en 2018 era de 3.069. También desciende el número de animales. En 2017, el número de ovejas reproductoras era de 1.282.144, cuatro años después, en 2021, la cifra se había reducido un 10%, quedando en 1.150261 cabezas.

Por tanto, la organización agraria señala que, si ya de por sí peligra el futuro de la ganadería extensiva en Aragón, si se le añade la amenaza de la presencia del lobo, el sector dejará de ser viable en muchas comarcas.

UAGA-COAG destaca el valor añadido de la ganadería ovina y caprina como vertebrador del territorio, que fija población y crea tejido económico. Además, de todos los beneficios medioambientales, por la limpieza de los montes, que implica la actividad del pastoreo.

Por último, aunque el Gobierno de Aragón publica todos los años la convocatoria de subvención dirigida a los ganaderos de aquellos municipios en los que se ha constatado la presencia de ejemplares de lobo, para adaptar su explotación ganadera a “los retos ambientales y desafíos socioterritoriales”, UAGA-COAG señala que estas ayudas van encaminadas principalmente a la compra de sistemas de protección con el tope económico que fija la normativa de minimis. En ese sentido, la organización agraria esperaba que con el cambio político en la consejería de Agricultura se apostase por una ayuda complementaria para sufragar los gastos de los ataques.

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