El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea (CE) para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, afirmó este miércoles que en el Ejecutivo comunitario nunca se han sentido como «el enemigo» de los agricultores.

Este posicionamiento llega cuando en torno a un centenar de agricultores, mayoritariamente franceses, se concentraron este miércoles frente al Parlamento Europeo en Bruselas para protestar por la desprotección que sienten ante la legislación europea sobre su sector y pedir cambios, especialmente con vistas a las elecciones comunitarias de junio de este año.

La jornada de protesta, convocada por organizaciones de agricultores francesas y a la que se unieron también trabajadores irlandeses, neerlandeses o belgas, llevó ante la Eurocámara a un centenar de trabajadores del campo que, con los distintivos chalecos reflectantes, portaban carteles con mensajes como «Ya basta».

El político eslovaco aseguró que «nunca nos sentimos en la Comisión como el enemigo de los agricultores. Los vemos como los guardianes de nuestra naturaleza, como agentes económicos muy importantes. Estamos orgullosos de ellos», declaró durante un debate en la comisión de Agricultura de la Eurocámara centrado en el diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura que la CE va a poner en marcha este jueves 25.

El inicio del diálogo estratégico con diferentes partes del sector agrario se produce en un momento marcado por las protestas de agricultores en varios países de la Unión Europea, que arrancaron en Alemania y ya han pasado a Francia y otros países..

La actual legislatura europea ha estado caracterizada por las políticas verdes, que no siempre han tenido una buena acogida en el campo.

Sefcovic subrayó que los granjeros convierten a la UE en la primera economía agrícola y que los productos agroalimentarios del club comunitario se consideran en todo el mundo «de la mejor calidad, los más limpios, los mejores y los más seguros».

Añadió que la Comisión quiere trabajar con los agricultores «de la forma más estrecha posible» y que Bruselas les tiene «un gran respeto».

×