Las bajas temperaturas registradas en las dos últimas noches, incluso por debajo de los cero grados en algunos puntos del interior de la provincia de Valencia, han causado las primeras heladas en la uva. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) prevé daños localizados en viñedos de la comarca Utiel-Requena tanto por el frío (ya se pueden observar los efectos negativos sobre los brotes y las hojas) como por la marchitez fisiológica que amenaza con producirse en la variedad mayoritaria Bobal cuando vuelva el calor y afecte a la producción.

El asociado de Requena, Fernando López, que es uno de los viticultores afectados, informa de que «la uva se encuentra en estos momentos en una fase del cultivo especialmente sensible al frío, porque los brotes recién salidos están muy tiernos». La organización agraria informa de que estos riesgos climáticos están cubiertos por el seguro de la uva, por lo que solicita a Agroseguro las peritaciones correspondientes para pagar las indemnizaciones.

Tras sufrir estas primeras heladas en la uva, AVA-ASAJA insiste en pedir a la Conselleria de Agricultura medidas de apoyo urgentes a los viticultores. El responsable de la sectorial del vino, José Luis Robredo, afirma que «si no teníamos bastantes problemas con la falta de demanda de vinos tintos, la crisis de precios en origen, la merma de cosecha a causa de la sequía, la subida de los costes de producción, los ataques de fauna salvaje y la desatención por parte de las administraciones, ahora nos llega un temporal de frío en plena primavera que pone en peligro la próxima vendimia. La Conselleria nos ha dado buenas palabras, pero la aprobación de la cosecha en verde y el planteamiento de la destilación de crisis nos parece insuficiente. Necesitamos urgentemente ayudas directas y al abandono definitivo de viñedos para poder subsistir».

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