La provincia de Cádiz ha sufrido este año unas pérdidas de 175 millones de euros por culpa de la sequía, aunque para el presidente de Asaja Cádiz, José Pravia Brugarolas, «lo más sorprendente es que no se hayan tomado medidas previas en infraestructuras para paliar estas pérdidas. Siempre ha habido sequías o inundaciones, es algo que todos sabemos que va a suceder, por eso se sorprendente que las administraciones no haya actuado antes, como unir el embalse de Bornos con el de Guadalcacín, lo que habría permitido un mejor reparto del agua y menos pérdidas».

En su balance del año, el nuevo presidente gaditano ha reconocido que ha sido «un año peculiar», con dos factores determinantes. Por un lado la sequía, «que nos ha penalizado mucho, con un 35% en las restricciones de riego en la provincia, que han provocado unas pérdidas de 175 millones de euros y que, además, no han repercutido en los precios en origen».

Por otro lado, la nueva PAC también ha sido clave en los malos resultados del campo gaditano, ya que se ha dejado de ingresas casi un 20% menos que con la anterior PAC, lo que representa una pérdida de unos 40 millones de euros menos por año. Un descenso que, en gran medida, se deben a los cambios políticos adoptados por el Ministerio y por Europa, que ha provocado que casi un 25% de los perceptores no hayan optado por los ecoesquemas «porque penalizaban demasiado a los cultivos».

“SI SE SUBE LOS COSTES LABORALES NO SE PUEDE DECIDIR PARALELAMENTE QUE NO SUBAN LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS”

De igual forma, las ayudas europeas por la guerra en Ucrania «han sido un alivio, pero no compensan las consecuencias en la subida de los costes que hemos padecido», así como la subida del Salario Mínimo Interprofesional, «que no ha llegado en un momento demasiado bueno para hacerlo». En este sentido, ha criticado que se haya aprobado una subida del SMI «sin ser realmente adultos para hacerlo bien, porque si se sube los costes laborales no se puede decidir paralelamente que no suban los precios de los alimentos. Si se toma una decisión de este calado, se debe ser adulto para tomar decisiones claras y asumirlas».

En su resumen del año, ha destacado las pérdidas en los cereales, con unos precios en origen que han rondado una caída del 40% y que, en algún caso, como el girasol, ha alcanzado el 50% de depreciación con respecto al año pasado. Asimismo, ha lamentado que no se hayan tomado medidas compensatorias o buscado medidas alternativas por la presencia de la seca y de la Lymantria en los terrenos forestales.

Por último, ha lamentado no solo la imagen que la sociedad tiene de los agricultores, «que en ocasiones no entienden las ayudas que recibimos, pero tampoco los sacrificios que debemos hacer para cumplir los compromisos medioambientales que impone Europa, y solo miran los precios finales», sino de la falta de respuesta hacia los jóvenes agricultores, «porque si crecen demasiado, se les penaliza con los pagos de la PAC, a pesar qde que en su mayoría no son propietarios de las tierras, sino solo arrendatarios. Los objetivos se están enfocando mal desde la Administración», ha señalado José Pravía.

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