La Guardia Civil del Puesto de Canfranc, junto con personal de la SEREIM de Jaca recuperaron 7 ovejas, una de ellas fallecida tras haber caído por una ladera hasta la presa de Izas en T.M. de Canfranc. El pastor dio aviso a la central 062 informando que los animales accidentalmente habían resbalado por una pendiente, acabando en una zona inaccesible debido al caudal de agua. Aunque una patrulla se acercó hasta el lugar no fue posible evacuar a los animales en ese momento, teniendo que hacerlo al día siguiente.
Los hechos ocurrieron el pasado día 18 de octubre, sobre las seis de la tarde, cuando se recibió un aviso de la central 062 (COS) de la Guardia Civil de Huesca, donde un pastor informaba que había tenido una incidencia con varias ovejas y estas habían quedado atrapadas en la Presa de Izas (t.m de Canfranc).
Se desplazó hasta el lugar una patrulla del Puesto de Canfranc, que tras entrevistarse con el pastor les comunicó que cuando se trasladaba hasta el lugar donde recoge al ganado, varias ovejas se habían resbalado por una ladera quedando atrapadas en el borde del nivel del agua en la presa de Izas, según recoge benemeritaaldia.org.
Tras observar la dificultad de la proximidad de la noche y la falta de medios, además de que el propio pastor manifestó que los animales podían permanecer en ese lugar sin peligro para su vida, se decidió planificar la correcta evacuación de las mismas.
En cuanto las necesidades del servicio lo permitieron, personal de Seguridad Ciudadana del Puesto de la Guardia Civil de Canfranc-Estación y especialistas del SEREIM de Jaca, se desplazaron al lugar junto con el pastor.
Una vez allí, los especialistas valoraron la situación y las condiciones del terreno, por lo que se determinó que lo más seguro para los animales era sacarlos por la zona final de la presa, por lo que se solicitó de la gestora de la central de la presa que bajasen el nivel del agua.
Mientras que se llevaban a cabo los trabajos necesarios para disminuir el caudal del agua en la presa de Izas, los especialistas de montaña establecieron un sistema de seguridad mediante un sistema de tirolinas para acceder hasta los animales, localizando seis ovejas vivas y una que había fallecido, procediendo a retirar la que estaba muerta, mediante el sistema de tirolinas y esperando a la bajada del nivel del agua para extraer al resto sin riesgo para los animales.
Una vez bajó el nivel del agua se consiguió sacar a una de las ovejas por la parte final del embalse, lo que facilitó que el resto salieran detrás por ellas mismas.