El 55% de los casos confirmados de contagio de la bacteria xylella fastidiosa en Baleares son almendros (34,8%) y olivos (20,5%), dos de las especies de mayor relevancia agrícola y paisajística del archipiélago.
Hasta ahora, el Servicio de Sanidad Vegetal de la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha constatado la existencia de 132 casos de plantas afectadas por la plaga de xylella, mayoritariamente en Mallorca, con 95 positivos, pero también en Ibiza (21) y en Menorca (16).
El Govern mantiene en el archipiélago un protocolo de contención, ya que el de erradicación es imviable
En Formentera no se ha confirmado ningún caso, pero se da por hecho que la plaga se extenderá a través de insectos dada la proximidad de esta isla con Ibiza, donde se ha detectado únicamente la subespecie xylella fastidiosa pauca.
En Mallorca las dos subespecies identificadas con la xylella fastidiosa fastidiosa y la xylella fastidiosa multiplex, mientras que el tipo de bacteria de Menorca aún no ha sido confirmado por los especialistas.
En Mallorca, donde se han analizado 595 muestras de plantas con síntomas de infección, han sido confirmados positivos en 44 almendros, 24 acebuches, 11 polígales, 9 olivos, 3 cerezos, 3 romeros y 1 ciruelo.
Los ejemplares afectados en Ibiza son 16 olivos, 2 adelfas, 1 acacia, 1 polígala y 1 lavanda; en Menorca se ha confirmado el contagio de 12 almendros, 2 olivos y 2 polígalas.
El Govern balear, con el respaldo del Ministerio de Agricultura, ha establecido en el archipiélago un protocolo de contención para tratar de frenar la expansión de la plaga, una vez constatado que su presencia en casi todo el territorio haría inviable, a su juicio, la aplicación del protocolo de erradicación.
La erradicación, medida impuesta por la Unión Europea ante otras plagas de xylella, implica la destrucción de todos los árboles y plantas de las 300 especies susceptibles de ser infectadas en 100 metros a la redonda de cualquier ejemplar contagiado, lo que en el caso de Baleares afectaría a cientos de miles de árboles y generaría un enorme impacto en la agricultura y el paisaje, según el Govern.