El sector corchero andaluz ha dado por concluida la «complicada» campaña de la saca de 2016 en la que se ha quedado en el árbol en torno a un 25% de la producción total de corcho debido principalmente al retraso en el inicio y a la climatología.
El responsable del sector del corcho de COAG-Andalucía, Javier Benítez, ha dicho a Efe que, en general, la campaña, que se preveía de mucho corcho, ha sido «difícil» porque la lluvia de finales de primavera motivó, en principio, un retraso de unos quince días en su inicio, al tener que esperar a que el corcho se calentara.
Este retraso -se comenzó en torno al 15 de junio-, ha motivado que «se queden corchos en el árbol por sacar porque no ha dado tiempo».
A esto se suma que las lluvias de finales de primavera fueron usadas por los árboles para «sobrevivir» después de prácticamente no llover desde el otoño, «lo que ha provocado que en muchas fincas no terminara de despegarse y se haya tenido que dejar».
Pese a esto, y a la espera de los datos definitivos, ha indicado que «afortunadamente ha sido una campaña de mucha producción que ha dado numerosos puestos de trabajo».
«Hay mucha diferencia de calidad entre unos corchos y otro y eso hace que en algunas zonas su saca sea rentable y en otras, no»
Con respecto a los precios, ha explicado que ha habido una subida respecto a los del año pasado y la producción va a salir en su totalidad, si bien «los productores siguen encontrándose con el problema de la calidad».
«Hay mucha diferencia de calidad entre unos corchos y otro y eso hace que en algunas zonas su saca sea rentable y en otras, no», ha abundado.
Asimismo, ha señalado que anualmente se va advirtiendo una pérdida de calidad en general porque el alcornoque necesita en torno a 1.500 litros de agua al año para generar buen corcho, algo que hace tiempo que no ocurre y porque las fincas, ante la falta de ayudas, «no se administran como se debería».
En Andalucía existen unas 330.000 hectáreas de alcornocales, una cifra que la sitúa como líder nacional en producción de corcho.