La conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer deja año tras año unas cifras escalofriantes. 45 mujeres han sido asesinadas en España a mano de sus parejas o ex parejas en lo que llevamos de año, más de 757 víctimas en la última década, y una interminable lista de familiares, amigos y vecinos consternados y abatidos por esta lacra social, que es la máxima expresión de discriminacion que afecta mayoritariamente a las mujeres.
Desde la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) hemos condenado este tipo de violencia en reiteradas ocasiones. Hemos salido a la calle, leído manifiestos, guardado minutos de silencio e impartido jornadas informativas en todos los rincones de nuestra geografía nacional, y todo ello con el único objetivo de erradicar la violencia de género.
Sin embargo, todo esfuerzo es poco para combatir esta lacra social, que no diferencia a las víctimas por su estatus social, ni por su edad, religión o nacionalidad.
Estudios del propio Ministerio de Igualdad evidencian que la violencia de género permanece más invisible en el medio rural, y desde AMFAR hemos comprobado que efectivamente, las mujeres que residen en municipios pequeños, encuentran más obstáculos a la hora de denunciar y vencer las barreras que les permitan dar la voz de alarma para empezar a salir de esa situación.
Es en este terreno en el que desempeñamos nuestra labor de asesoramiento y apoyo, y en el que AMFAR trabaja desde hace años para que la información llegue a cualquier población, por pequeña que sea, y que todas las mujeres, rurales o urbanas encuentren las mismas oportunidades y herramientas en la lucha contra la violencia de género.
Eduquemos a nuestros menores y a nuestros jóvenes, concienciemos a los adultos y animemos a las víctimas a perder el miedo a la denuncia, o a recurrir a organizaciones de mujeres como AMFAR, que luchan desde hace muchos años para ayudar a las mujeres que se han visto envueltas en cualquier tipo de situación de violencia.
Para concluir quiero recordar que, pese a que el 59% de las mujeres asesinadas este año en España residían en el ámbito rural, existen otras cifras que nos permiten enviar un mensaje alentador: el 70% de las mujeres consiguen salir de la espiral de la violencia. Confiemos en que esta cifra siga aumentado, gracias al esfuerzo, la concienciación y el apoyo de todos.