ICEX.- En términos macroeconómicos y de inversión, el territorio alauí pasa, en la actualidad, por uno de sus mejores momentos y las empresas españolas no quieren dejar pasar esta oportunidad.
Las exportaciones españolas a nuestro vecino africano alcanzaron, entre enero y noviembre del pasado ejercicio según datos extraídos de ESTACOM, los 4.849,9 millones de euros, lo que supone un incremento de 28,4% respecto al mismo periodo de 2011. Alrededor de 20.000 empresas españolas exportan a Marruecos y unas 700 ya están establecidas en este país.
El proceso de modernización en el que se encuentra inmerso Marruecos ofrece a las firmas españolas la oportunidad de instalarse en el Magreb a través de la adjudicación de futuros contratos, en especial en el área de infraestructuras, agua, saneamiento y energías renovables. Ejemplo de ello es Acciona, que el pasado mes de octubre logró el mayor contrato obtenido por una empresa española en el país, al asociarse con la compañía saudí Acwa Power, y con la que construirá una planta de energía termosolar de 160 MW en la provincia de Ouarzazate por un importe que rebasa los 700 millones de euros.
Marruecos ha ganado tres posiciones en el nuevo Índice de Competitividad Global 2012-2013 publicado por el World Economic Forum y, con un total de 32 proyectos en los ocho primeros meses de 2012, el país es el principal receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) del Norte de África. Además, con la finalidad de potenciar que nuestras empresas españolas en este territorio, el Gobierno español ha abierto una línea de crédito de 400 millones de euros -disponible hasta finales de 2014-.
A través de esta ayuda se favorecerá, principalmente, las actuaciones de nuestras firmas que, como consecuencia de la crisis, han vuelto la vista hacia este país. Además, como recordatorio, España se ha convertido, en el transcurso del pasado ejercicio, en el primer socio comercial y primer inversor en Marruecos, a la vez que el país magrebí ha pasado a ser el segundo mercado para España del mundo fuera de la Unión Europea –por detrás de Estados Unidos-.
El mercado público marroquí
Con la aprobación de las reformas de la Constitución para reforzar las instituciones democráticas, Marruecos se ha destacado para España como un mercado aún más estratégico desde el punto de vista político y económico, remarcando una coyuntura bilateral extraordinariamente positiva. Aunque el territorio alauí es un mercado más complejo de lo que a simple vista parece, según Dª. María Peñas Mateo, consejera de la Oficina Económica y Comercial de España en Rabat, “en el campo de la contratación pública existe una enorme casuística, de ahí la importancia que revisten los reglamentos específicos de la entidad convocante y los pliegos de condiciones que van a definir los términos del contrato”.
El marco legal y normativo marroquí está muy influenciado por la reglamentación francesa –ya que la configuración de la Administración moderna tuvo lugar durante el periodo de protectorado-.
Los programas de inversión destacados para el periodo 2009-2030 cuentan con una inversión que ronda los 47.000 millones de euros y que planean desarrollar proyectos relacionados con el agua y el medioambiente, a los que se destinará 14.000 millones; un plan eólico para instalar 1.150 MW y en el que nuestro país es líder indiscutible al cubrir el 85%; y 7.000 millones destinados al desarrollo de la energía solar, área en la que desatacamos sobresalientemente en el territorio magrebí.
En el campo de las infraestructuras Marruecos tiene previsto un plan de puertos (2012-2030) al que destinará 7.000 millones de euros; mientras que en el sector del ferrocarril contará con una inversión de 3.000 millones hasta el año 2015.
Según Dª. María Peñas, “gran parte de los programas de inversión en infraestructuras se realizan a través de fondos extrapresupuestario, con un rol muy importante de los OOII. Además, el Gobierno está revisando en la actualidad la normativa PPP como instrumento de financiación”.
Aunque generalmente los contratos públicos pueden ser suscritos por empresas extranjeras, tiende darse prioridad a las entidades nacionales. Además, las sociedades foráneas deben demostrar que están al día con sus obligaciones fiscales y con la Seguridad Social de sus respectivos países.
Según comenta Dª. María Peñas, “la aplicación de la preferencia nacional se ha venido aplicando de forma creciente a lo largo de 2012 en el sector de la obra civil y la construcción. En algunos ministerios, como Transporte y Equipamiento, es obligatorio para todas las dependencias, incluidas empresas públicas”.
Dª. María Peñas recomienda dar el salto a Marruecos una vez que las empresas se hayan asesorado e informado bien: “Elíjalo sólo después de un análisis pormenorizado de sus ventajas e inconvenientes como destino de internacionalización”.
La proximidad de las relaciones culturales, personales, etc., pueden generar, según la consejera de la Oficina Económica y Comercial de España en Rabat, un riesgo de ilusión óptica desde el punto de vista económico.
Marruecos es un territorio con un alto coste de aprendizaje en general, y más elevado aún en el caso de los mercados públicos. Tampoco hay que olvidar que el país en la actualidad está atravesando un profundo proceso de cambio, con todas sus incertidumbres inherentes incluidas.
El buen momento por el que atraviesan las relaciones bilaterales entre España y Marruecos debe ser aprovechado por las firmas españolas para instalarse en el país. No obstante, “para nuestras firmas este mercado magrebí es, en términos generales un destino muy interesante a medio plazo, pero nunca bajo una estrategia cortoplacista. Los costes de entrada son muy altos y raramente las primeras experiencias son exitosas”.
En general la pujanza de las exportaciones españolas y la creciente presencia de nuestras firmas en las licitaciones de alto valor añadido están desarrollando una positiva tendencia hacia lo español, reduciendo la dependencia del país con respecto a Francia.