La finalidad de estas ayudas, enmarcadas en el programa de apoyo al sector vitivinícola español 20014-2018, es mejorar la competitividad de las explotaciones vitivinícolas mediante la reconversión varietal, la reimplantación de viñedos y la mejora de las técnicas de gestión.
De este modo, la Generalitat busca incentivar y mejorar la competitividad de los vinos de la Comunitat con aquellas variedades que más se consumen, además de contribuir a la apertura y consolidación de nuevos mercados en el extranjero, dentro de la línea de internacionalización de la Conselleria.
Concretamente, el régimen de reestructuración y reconversión de viñedos se lleva a cabo a través de los planes de reestructuración y reconversión, que deben contener las correspondientes medidas a realizar.
Estos planes podrán ser anuales o plurianuales con una duración máxima de cinco años, y tener carácter colectivo o individual.
Un plan con varios requisitos
Los planes habrán de reunir ciertos requisitos, entre los que figura que la superficie total reestructurada o reconvertida deberá ser de, al menos, 10 hectáreas para los planes colectivos y 0,5 hectáreas para los planes individuales.
Otro de los requisitos es que las variedades incluidas en las solicitudes deben ser clasificadas como autorizadas o recomendadas y los portainjertos deberán estar certificados.
Además, las parcelas reconvertidas o reestructuradas deberán permanecer en cultivo durante 10 campañas.
Complementariamente, por segundo año consecutivo, la Conselleria de Presidencia y Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua ofrecerá en 2014 cerca de 770 nuevos derechos de plantación, asignados en la Conferencia Sectorial del pasado 21 de enero, que se suman a otras 750 hectáreas de 2013 procedentes de la reserva regional en proceso de asignación actualmente.
La uva de vinificación ocupa en la Comunitat Valenciana más de 70.000 hectáreas de cultivo y genera empleo en más de 21.000 explotaciones, fundamentalmente en las comarcas de interior.
(Foto: Archivo blog.centauro.net)