El presidente regional de Cooperativas Agroalimentarias, Ángel Villafranca, ante preguntas acerca de la proliferación de las macrogranjas durante una rueda de prensa realizada este jueves 12 abril, ha apostado por combinar la garantía medioambiental para los ciudadanos con el impulso a la economía, por lo que ha dicho: «Nadie quiere una granja al lado de casa, pero no podemos rechazar industrias».
Esta ha sido la postura tomada tras mencionarse la queja de los vecinos en Castilla La Mancha por las macrogranjas de cerdos y el efecto en el medio ambiente. Villafranca ha reconocido que «es evidente» que nadie quiere que se instale una granja porcina al lado de su casa porque puede producir olores o malestar.
Sin embargo, se ha mostrado partidario de no rechazar que vayan industrias a Castilla-La Mancha, aunque ha matizado que éstas deben cumplir todos los controles y respetar la legislación y el medio ambiente.
Deben cumplir la legislación que incluye también la directiva comunitaria en relación al tratamiento de purines
Así pues ha añadido que las granjas deberían poder instalarse siempre y cuando se haga a una distancia conveniente respeto de los núcleos urbanos y cumpliendo con toda la normativa vigente.
Además, ha recalcado que el sector porcino ha tenido un crecimiento «espectacular» en España, a pesar de casi no haber contado con ayudas de la Política Agraria Común (PAC) haciendo una buena optimización de las granjas y de las nuevas formas de trabajo.
Este crecimiento, ha explicado, ha hecho que por ejemplo en Cataluña se haya producido un «colapso» de granjas y las empresas hayan decidido buscar alternativas.
Es, a su juicio, lo que ha motivado que las empresas se interesen por instalarse en otras zonas como Castilla-La Mancha, pero en este sentido ha insistido, en que deben cumplir la legislación que incluye también la directiva comunitaria en relación al tratamiento de purines