Las cooperativas agroalimentarias de Andalucía han confiado este martes 27 en que se cumplan las previsiones de lluvia para los próximos días, ya que si éstas no son abundantes se podría poner en peligro la viabilidad económica de la próxima campaña 2018-2019.
«Se afronta un período vital para el olivo y la próxima campaña oleícola, si no se corrige con las lluvias pronosticadas de manera abundante, persistirán las dificultades para afrontar el siguiente ejercicio con una producción necesaria para un mercado cada vez más global», advierten en un comunicado.
Los datos objetivos reflejan esta situación límite. En este sentido, la precipitación acumulada hasta la fecha en Andalucía, en el año hidrológico, en sus dos cuencas hidrográficas, Guadalquivir y Sur, son, respectivamente, 212,4 y 157,4 litros/m2, lo que supone un 42,7% y un 55,9% menor que un año normal.
Aseguran que la actual situación «comienza a verse como una catástrofe, tanto medioambiental como económica»
Además, al dato pluviométrico hay que añadir los datos alarmantes de reservas hidráulicas, lo que va a impedir, casi con toda seguridad, que se realicen las aportaciones hídricas necesarias para el olivar. De hecho, desde la semana pasada se está ultimando la declaración de sequía en las Demarcaciones Hidrográficas del Guadalete-Barbate y de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas (cuenca Sur), que tienen ya una sequía severa y con una gravedad especial.
Con todo, actualmente el agua embalsada en Andalucía, 4.402 hm3, supone un 36,6% de la capacidad total, un 35,4% menos que la campaña pasada y un 45,5% menos que la media de las últimas 10 campañas. Si analizamos esos mismos datos en la cuenca del Guadalquivir, que es la que riega los olivares andaluces, la situación se agrava, ya que actualmente hay embalsados 2.678 hm3, un 33% de la capacidad total, un 38,5% menos que la campaña pasada y un 52,8% menos que la media de las últimas diez.
Asimismo, desde Cooperativas aseguran que la actual situación «comienza a verse como una catástrofe, tanto medioambiental como económica», ya que se puede poner en riesgo, no sólo el abastecimiento para el consumo humano durante el próximo verano, sino también la situación en los municipios rurales que dependen de su actividad agrícola.
Especialmente delicada es la situación de los 300 municipios andaluces que dependen de cómo vaya la próxima campaña del olivar, por lo que esperan que se cumplan las previsiones de lluvia para «evitar la catástrofe».
A ello hay que añadir los datos «alarmantes» de reservas hidráulicas, lo que va a impedir, casi con toda seguridad, que se realicen las aportaciones hídricas necesarias para el olivar, según la nota.