Pasan las horas y el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue sin aclarar quién se hará cargo de Agricultura… si es que finalmente se crea esta cartera. Sin embargo, sí ha designado como nueva ministra de Economía a Nadia Calviño, la hasta ahora directora general de Presupuestos de la Unión Europea y una defensora… de los recortes que afectarán a la PAC.
Y aunque se sabe que, generalmente, según el cargo que ocupes defiendes una postura u otra, su nombramiento no ha gustado especialmente al sector agrario español, que ve como un hándicap que quien ha defendido estos recortes sea la responsable no de negociar la PAC, pero sí de entablar relaciones con Bruselas en materia presupuestaria para frenar esos mismos recortes que antes defendía.
El nombramiento de la nueva ministra de Economía se engloba en varias direcciones. Por un lado, tranquilizar a la Unión Europea, en especial con los numerosos frentes que se le ha abierto tras el Brexit y ahora el caso de Italia. Por otra, tener un claro gesto a su electorado y al femenino, al nombrar a una mujer muy preparada al frente de un área tan importante, que se complementa con la única vicepresidenta que habrá, en la figura de Carmen Calvo, o de la andaluza María Jesús Montero al frente de Hacienda.
Pero estos gestos no convencen al sector agrario, que sigue viendo cómo a escasas horas de que se formalice el nuevo Ejecutivo (se espera que sea este mismo miércoles 6) se continúa sin saber nada de Agricultura, ni siquiera si tendrá o no Ministerio propio, por mucho que suene el nombre Pilar Cancela.
Y el nombramiento de la nueva ministra de Hacienda no ayuda a calmar los ánimos, aunque como señalan algunas voces «vamos a esperar primero las noticias, confiar en que Pedro Sánchez no va a dejar tirado a todo el campo español y luego a ver qué hace cada persona. Ponernos a temblar antes de tiempo no ayuda y, además, ya tendremos tiempo para ello».