La gran mayoría de expertos y políticos no confían en que la reforma de la PAC se apruebe en tiempo y forma y los cálculos apuntas a 2022 ó 2023 para su entrada en vigor, en gran medida por la fuerte división existente actualmente en el Parlamento europeo, donde se esperaban miles de enmiendas a partir de este lunes 3 que van a bloquear la posibilidad no de aprobar nada, sino simplemente de sentar unas bases mínimas para debatir, lo que va a generar un retraso de la PAC.

Teóricamente, dos espacios disponibles se dejan para una aprobación plenaria: las dos sesiones en marzo y la última en abril. De lo contrario, dependerá del próximo Parlamento encontrar una posición común para las negociaciones con los ministros de la UE.

Una división europea que va esde si limitar la ayuda o no o quién debería obtener la mayor parte de los subsidios

Pero incluso en el mejor escenario de aprobación antes del final de la legislatura, hay pocas posibilidades de que los tres relatores actuales puedan iniciar negociaciones con el Consejo Europeo, lo que augura un retraso de la PAC.

Inicialmente, el pasado día 21 de noviembre cuando se comenzó a debatir la PAC, los eurodiputados parecían una vez más estar firmemente en contra de cualquier reducción en los créditos, manteniendo la financiación de la PAC al mismo nivel que el presupuesto 2014-2020 en términos reales, tal como se expuso en una resolución adoptada el 30 de mayo.

Sin embargo, el Comité de Agricultura está muy dividido en cuanto a cómo se gastaría el dinero, particularmente en el tema de si limitar la ayuda o no y quién debería obtener la mayor parte de los subsidios.

Otro motivo de discordia entre los eurodiputados que afectará la retraso de la PAC se refiere a los pagos directos, ya sea para otorgarlos en función de las medidas adoptadas por los agricultores o en función de las hectáreas de tierra que cultivan.

La ponente para los Planes Estratégicos, Esther García optó por la ayuda basada en el área, que fue criticada por Martin Häusling de los Verdes y el liberal Jan Huitema, dos de los ponentes alternativos.

Según el relator García, otorgar más poder a los estados miembros podría resultar en una forma más eficiente de gastar dinero, pero para el socialista De Castro, que negoció para el Parlamento durante el último trílogo de la PAC, existe el riesgo de que la PAC ciga en una renacionalización y pidió que la política debe seguir siendo común.

Varios eurodiputados también criticaron el llamado nuevo modelo de entrega como tal, pero las divisiones entre ellos a menudo iban más allá de sus respectivos grupos políticos, y en ocasiones los intereses nacionales e incluso regionales tomaron el centro de atención.

El debate del agricultor genuino o que vuelva a ser activo

La definición de agricultores es uno de los temas pendientes más controvertidos para promover el gasto eficiente en la próxima PAC, ya que básicamente significa definir quién está a cargo del acceso a la financiación.

La relatora Esther García esperaba un debate difícil en torno a las definiciones, que incluye términos tales como agricultores reales, pastos permanentes y también agricultores jóvenes.

De hecho, el informe sobre los Planes Estratégicos pedía un mayor apoyo a los jóvenes y nuevos agricultores, destacando la necesidad de una mayor convergencia interna y externa y destacó que el dinero de la UE debería ir a los agricultores genuinos.

Pero según el eurodiputado Zullo, que también es un relator alternativo, una definición de agricultor «genuino» no sería suficiente, ya que algunos agricultores pueden ser excluidos. Dijo que era mejor referirse al concepto de agricultor «activo».

El problema surgió ya que en el pasado el dinero a menudo no se dirigía a las personas que realmente cultivaban la tierra, sino a los propietarios de la tierra que podían usarse para cualquier tipo de actividades relacionadas con la granja, sino también a los grandes actores del sector agrícola.

Muchas discrepancias que apunta al retraso de la PAC durante los próximos año.

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