La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) ha pedido que se dé al lobo el mismo trato al norte del Duero que el que recibe al sur del río, que deje de ser especie cinegética y la Junta de Castilla y León se haga cargo de las primas de los seguros para cubrir sus daños.
Así lo ha afirmado a Efe el coordinador de esta organización agraria en Burgos, Félix Arribas, para el que la posibilidad de cazar a los lobos al norte del Duero no es una medida efectiva para proteger a los ganaderos.
Al norte del Duero son los ganaderos los que tienen que asumir los costes, en ocasiones muy elevados
Ha argumentado en este sentido que, cuando se produce un ataque, al ser una especie cinegética hay que solicitar un permiso para una batida que, en esos casos, se suele conceder, pero cuando se va a cazar ya han pasado varios días y es muy difícil encontrar a los que han atacado al ganado.
Además, mientras al sur del Duero es la Junta de Castilla y León la que paga los seguros que cubren los daños que sufren los ganaderos, al norte del Duero son los ganaderos los que tienen que asumir esos costes, en ocasiones muy elevados, sobre todo donde los ataques son más frecuentes, porque encarecen las pólizas.
Arribas ha asegurado que este año se están incrementando los ataques de lobos en las comarcas burgalesas de Las Merindades, donde en los últimos meses han sufrido al menos nueve ataques, y en la Sierra de la Demanda, con al menos cuatro ataques registrados.
Arribas ha lamentado que con el actual sistema sean los agricultores los que terminen pagando una protección de los animales salvajes que debería ir acompañada de un mayor control de las administraciones.
Ha explicado que «si estos animales son un bien de la sociedad es la sociedad la que debe costear los daños que ocasionan, igual que los ganaderos se hacen cargo de los daños que ocasionan sus animales».
Ha reconocido que los ataques de esta especie cinegética son la parte más llamativa de este problema, pero ha recordado que también se producen daños en las explotaciones ganaderas por ataques de buitres y que los agricultores sufren en sus cultivos los daños que provoca la falta de control de poblaciones de conejos, jabalíes o corzos.