Una vaca de una explotación ganadera de Camargo (Cantabria) ha dado positivo en las pruebas de encefalopatía espongiforme bovina (EEB o mal de las vacas locas), un caso que, según la Consejería de Medio Rural de Cantabria, no supone «riesgo para la salud», ni afecta «al estatus de la cabaña ganadera».
Fuentes de la Consejería de Medio Rural han subrayado a Efe la efectividad de las medidas de control que se han adoptado y «el avance» en la erradicación de esta enfermedad. El de Cantabria es el segundo foco de esta enfermedad de 2017, después de otro en Castilla y León que apareció en marzo.
La muerte del animal se produjo el pasado 22 de abril y el caso se deetctó el 9 de mayo
El pasado 9 de mayo se detectó este caso, con motivo del resultado positivo a la enfermedad en una res muerta en la explotación, una hembra de raza mestiza, que nació en 2002. Las pruebas de diagnóstico se efectuaron en el marco del Programa Nacional de Vigilancia, Control y Erradicación de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB o mal de las vacas locas), en concreto dentro del programa de vigilancia activa.
Este programa establece el muestreo en todo el territorio nacional de todos los bovinos muertos en explotación mayores de 48 meses de edad para determinar la evolución y prevalencia de la enfermedad.
La muerte del animal se produjo el pasado 22 de abril y tras la recogida del cadáver se procedió a la toma de muestra del encéfalo de la res, de acuerdo con lo establecido en el programa nacional.
El diagnostico inicial se efectuó en el Servicio de Laboratorio y Control de la Dirección General de Ganadería de la Consejería de Medio Rural de Cantabria.
Tras un primer resultado positivo, la muestra fue remitida para su análisis al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete (Madrid), de referencia en España, que confirmó la enfermedad el pasado 5 de mayo.
Tras la notificación del resultado por la Subdirección General de Sanidad e Higiene Animal y Trazabilidad del Ministerio, la comunidad autónoma de Cantabria efectuó la declaración oficial del foco el 9 de mayo.
Las mismas fuentes de la Consejería han dicho a Efe que este caso de Cantabria «no tiene riesgo para la salud, no afecta al estatus de la cabaña ganadera» de la región, ni conlleva restricciones al comercio ni al consumo humano.
El último foco anterior al actual en Cantabria fue hace ya diez años
«No hay peligro alguno para los consumidores toda vez que se sigue aplicando en los mataderos la eliminación de los MER (material especificado de riesgo), fundamentalmente cerebro y médula espinal, a partir de los 12 meses de edad de todos los animales sacrificados», explican.
Desde este departamento se indica que la aparición de este foco de EEB o mal de las vacas locas está «dentro de los parámetros de la evolución epidemiológica de la enfermedad» en España, considerando la edad del animal positivo.
También se destaca que sigue una disminución constante de los casos de encefalopatía espongiforme bovina, y se alude al incremento de la media de edades de los animales afectados.
Las fuentes consultadas por Efe señalan que en Cantabria se han declarado 25 casos de encefalopatía espongiforme bovina desde el primero que se produjo, en 2001. El último foco anterior al actual fue en 2007.
(Fotos: Archivo)