El ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, se ha referido este miércoles 22 a la aplicación del control horario en el campo asegurando que «el problema sería la inexistencia de la norma y el vacío que había creado», añadiendo que habrá «medios» para poder aplicar esta medida.

Unas declaraciones de Planas antes de participar en una reunión en Almería con la secretaria general de UGT-A, Carmen Castilla, asegurando que la implantación del control horario en el campo es «perfectamente posible» en las explotaciones agrícolas, con fórmulas que pueden ir desde un «sistema de firmas» a otros.

Ha señalado que ha abordado esta cuestión con la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, recordando que además de ministro es inspector de trabajo y conoce una materia en la que existía un «agujero legal después de la sentencia del Supremo, lo referente sobre todo a los contratos a tiempo parcial, digamos entre comillas, falsos».

«Trabajadores con jornada completa que cuando llegaba la inspección acababan de entrar, algo que no es admisible», ha dicho a la vez que ha precisado que lo mismo ocurría con las horas no computadas, por loque insistió en el control horario en el campo.

Ha manifestado que el fallo del Tribunal Europeo de Luxemburgo «insiste en esto» y que dicha medida de control horario en el campo no supone ningún perjuicio para las empresas. «El problema es que hay situaciones que se han mantenido en la oscuridad y en un Estado como el nuestro, en una sociedad avanzada, no se puede permitir».

La «segunda oportunidad» para cambiar la reducción de los módulos la tienen las CCAA para lo que deben solicitar correcciones

En cualquier caso, ha afirmado que este planteamiento no es sólo aplicable al sector agrícola, sino también a otros como el teletrabajo, apostillando que el Ministerio de Trabajo no tiene intención durante los primeros meses de aplicar una política «sancionadora» sino «pedagógica» y que a las organizaciones agrarias y cooperativas les preocupan más «otras cuestiones».

Además, se ha referido a la rebaja fiscal reclamada por agricultores almerienses afectados por la virosis en el pimiento y por tornados y temporales en la provincia, para defender que no se trata de una «cuestión política discrecional».

«El tema es el sistema, el de módulos, que es excepcional con respecto a otros sectores» y que permite que los agricultores y ganaderos aporten de forma «mucho más sencilla» los datos necesarios a Hacienda, así como tener una fiscalidad «más baja», ha dicho.

Ha apuntado que en el ejercicio anterior se fijó el tipo general para estos módulos y que en las últimas semanas se ha publicado una orden para reducciones a explotaciones afectadas por la climatología, teniendo en «cuenta a nivel de municipios» una reducción de la producción alrededor del 30%.

Ha insistido en que ahora se ha dado una «segunda oportunidad» a las comunidades» para que soliciten correcciones. «Un tema diferente es el de los precios. Únicamente, a nivel nacional, se han excepcionado para 2018 dos sectores», ha explicado, indicando que se trata de la aceituna de mesa por el «conflicto» con Estados Unidos, y el de los cítricos.

«Esas son las condiciones de aplicación del acuerdo con la orden publicada. La rebaja en Andalucía está por encima de los 64 millones de euros, a nivel nacional ha sido de 204 millones de euros, es una cifra importante», ha dicho Planas, quien ha insistido que en el caso de Almería se han producido fenómenos que no han afectado a la totalidad de los municipios perjudicados.

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