El impacto del veto ruso, decretado en el verano de 2014 y que afecta a las exportaciones agropecuarias de los países comunitarios, está resultando devastador para el sector hortofrutícola europeo cuyas pérdidas como consecuencia de este bloqueo comercial alcanzarán los 2.000 millones de euros a finales de este año, tal como se puso de manifiesto durante la reunión plenaria del Comité Mixto Hispano-Franco-Italiano celebrada en Roma.
El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y vicepresidente a su vez de ASAJA, Cristóbal Aguado, participó en el citado encuentro y durante su intervención lamentó, además de las graves consecuencias económicas derivadas del veto ruso, “la tibieza y hasta el silencio cómplice en torno a este problema que vienen mostrando tanto los gobiernos de la Unión Europea, como el propio Ejecutivo comunitario. Es como si este asunto hubiese desaparecido de las agendas políticas, como si no existiese, pero los agricultores y los comerciantes europeos somos muy conscientes de que el veto ruso perdura y nos cuesta a razón de 500 millones de euros anuales. Por tanto, que nadie se rasgue las vestiduras si crece el euroescepticismo”.
Factor positivo el ligero incremento aprobado este año para los precios de retirada, pero aún así no compensa
Ante semejante panorama, el Comité Mixto Hispano-Franco-Italiano –un organismo constituido por representantes de los sectores agrario y comercial de los países mencionados, así como de sus respectivas administraciones- acordó reclamar a la Unión Europa (UE) que active las negociaciones con Rusia para lograr el fin del veto ruso y acabar así con la sangría económica que desde hace cuatro años viene sufriendo el sector hortofrutícola europeo.
Asimismo, durante la reunión celebrada el jueves 15 en Roma los representantes de los distintos colectivos participantes destacaron como factor positivo el ligero incremento aprobado este año para los precios de retirada de frutas y hortalizas, si bien esa subida no servirá para compensar ni las pérdidas del bloqueo ruso ni, desde luego, las desastrosas campañas comerciales de fruta de hueso, patata y cebolla que está viviendo este año el sector.
Otro de los asuntos relevantes abordado durante la reunión del Comité Mixto Hispano-Franco-Italiano fue la conveniencia de que los mecanismos de la llamada gestión de crisis ante las complicaciones del mercado se extienda a todo tipo de entidades de carácter empresarial para incrementar así su eficacia en lugar de limitar estas actuaciones a las Organizaciones de Productores (OP), tal como ocurre en la actualidad.
Finalmente, se analizaron también los aspectos negativos derivados de las importaciones hortofrutícolas procedentes de terceros países y, en este sentido, se solicitó el establecimiento de condiciones de reciprocidad.