De una preocupación a otra. Cuando se reconoce en el sector el miedo a que Agricultura sea una parte del Ministerio de Medio Ambiente, ahora ahonda el desconcierto al filtrase desde fuentes próximas a Pedro Sánchez la composición de prácticamente todo el Gobierno… salvo de Agricultura. Incluso a mediodía de este martes 5 se daba casi por cerrado todos los miembros del futuro Ejecutivo pero sin citar en ningún momento la cartera de Agricultura.

Así, se da por hecho que la ex secretaria de Estado de Medio Ambiente y Cambio Climático, Teresa Ribera, será la nueva ministra encargada de dirigir el área de Medio Ambiente. Pero ni una pista oficial de qué pasará con Agricultura. Desde el sector se baraja el nombre Pilar Cancela, que preside la Comisión de Igualdad en el Congreso y ejerce de Secretaria Federal del área de políticas migratorias y PSOE del Exterior, y a la que se le incluye dentro del futuro Gobierno pero sin concretar cuál sería su responsabilidad.

Si se confirmarse este nombramiento, según las fuentes consultadas por esta redacción, se respiraría por un lado, al tener Agricultura una cartera propia, pero se empezaría a mirar con una cierta preocupación a su futura titular, ya que se asume que no tiene especial conocimiento de la problemática agrícola de este país ni especial peso en las política europea, cuando se tiene que comenzar a negociar la reforma de la PAC y su más que previsible recorte de presupuesto en los pagos directos y en los fondos al desarrollo rural.

Lo que sí se detecta en todo el sector es un cierto enfado por «la falta de peso que se le está dando a todo lo relacionado con la agricultura», según comenta algunas fuentes consultadas por agroinformacion.com, al considerar que «se está dejando para el final en la toma de decisiones en la formación del Gobierno, como si fuera un área menor cuando no solo es y ha sido un pilar de la economía nacional y en el PIB, sino cuando se está jugando más de 40.000 millones en ayudas en un corto espacio de tiempo».

Hasta ahora, todo sigue siendo especulaciones y rumores, pero los que suenan no están gustando nada a las organizaciones agrarias y a las cooperativas agroalimentarias.