La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) considera “maquiavélica” la comunicación de la Comisión Europea sobre el futuro de la PAC, la alimentación y la agricultura tras 2020, realizada ayer y que ha provocado distintas reacciones.
Esta organización agraria, en una nota de prensa, considera que, tras unos objetivos aparentemente loables y sostenibles, la futura PAC enmascara unas políticas que pretenden ahondar en una mayor desregulación de los mercados y un recorte de las ayudas.
“La experiencia de anteriores reformas de la PAC confirma que las políticas de escaparate teñidas de verde no garantizan rentas dignas ni precios justos para los agricultores y no refuerzan la posición de los productores en la cadena de valor agroalimentaria. Resulta contradictorio querer abordar nuevos y grandes retos con menos presupuesto”, ha subrayado Miguel Blanco, Secretario General de COAG.
COAG defiende una PAC fuerte, común y financiada íntegramente con el presupuesto comunitario
Así, tras el análisis pormenorizado de los diferentes epígrafes de la comunicación, COAG señala distintos riesgos y oportunidades.
En primer lugar, considera que el marco presupuestario es insuficiente para abordar los retos planteados, ya que en la propuesta no existe un marco financiero para la futura PAC. Así, COAG señala que se hace referencia al “Documento de reflexión sobre el futuro de las finanzas de la Unión Europea”, donde se constata una brecha en las finanzas de la UE derivada de la retirada del Reino Unido – cuyas aportaciones netas eran de entre 10.000 y 12.000 millones € anuales a la financiación europea – y de las necesidades de financiación de las nuevas prioridades. En este documento, la Comisión Europea pide explorar la opción de introducir cierto grado de cofinanciación nacional para los pagos directos, con el fin de mantener los niveles globales de las ayudas, a lo que COAG se opone y rechaza, defendiendo una PAC fuerte, común y financiada íntegramente con el presupuesto comunitario, como corresponde a la única política común de la UE.
Por otro lado, la organización agraria destaca un recorte encubierto de ayudas, a través de la mencionada cofinanciación estatal del presupuesto agrario. Además, la organización reclama que brilla por su ausencia en la comunicación referencias a “pagos acoplados”, imprescindibles para el mantenimiento de sectores muy vulnerables, enclavados en los territorios rurales más deprimidos. No se especifica tampoco montante total de las ayudas. En este sentido, COAG considera que se deberían reforzar los fondos agrarios actuales para responder a los nuevos retos planteados en la reforma post-2020.
ahonda en el desmantelamiento total de la preferencia comunitaria
Asimimo, ha señalado que lamentan que en esta comunicación hayan desaparecido los techos de ayudas por explotación, «básicos para hacer una redistribución de las las ayudas más justas, en favor de los verdaderos agricultores profesionales, que generan empleo y riqueza en medio rural.»
En cuanto a los mercados, COAG estima que esta nueva PAC arroja una mayor desregulación no estableciendo ninguna medida de rectificación y ahonda en la eliminación de mecanismos de regulación del mercado y en el desmantelamiento total de la preferencia comunitaria.
Igualmente, la organización considera que existe una falta de concreción también para las medidas para incentivar el relevo generacional en el campo, a pesar de que valora positivamente que se apueste por los jóvenes. En este sentido, también aplaude las iniciativas de la implicación de los agricultores en los procesos de innovación y transformación digital para lograr una mayor eficiencia y ahorro en costes.
Sin embargo, sobre la gran novedad de los planes estratégicos nacionales, COAG pide que se detalle más este nuevo sistema de ejecución. Los EEMM aplicarían la PAC mediante Planes Estratégicos, que podría significar la creación de un tercer pilar de la PAC, pretendidamente cofinanciado. COAG pide a la Comisión que demuestre que, efectivamente, constituye una simplificación de la misma. Esta organización considera que una mayor adaptación al territorio puede ser positiva, pero nunca se aceptaría a costa de la renacionalización y cofinanciación de la PAC.