El almendro vive un momento dulce, pero hay quien cree puede ser amargo antes de tiempo, ya se oyen algunas voces que advierten de que la burbuja puede estallar antes de tiempo ante la gran apuesta por su cultivo. Ha bastado que los precios comiencen a bajar de los niveles de récord que alcanzaron no hace tanto tiempo para que la apuesta fácil y rentable que hace apenas un par de años se torne en inquietud.
Una inquietud que, hay que reconocerlo, tampoco es generalizada, ya que no solo se continúa apostando por el almendro, sino que se incentiva su cultivo. Y un buen ejemplo puede ser Albacete, que tiene la mitad de los almendros de Castilla-La Mancha, en la que hay 94.400 hectáreas dedicadas a este cultivo, con 11.000 hectáreas que son de producción ecológica y 2.350 hectáreas se encuentran en conversión y que cuenta con el respaldo y el impulso del Gobierno regional. O Andalucía, donde la apuesta por el almendro llega directamente de organizaciones agrarias, que lo ven, junto al pistacho, como la gran alternativa ante la caída de precios de otras producciones.
Pero las caídas de precios están ahí y son representativas aunque no preocupantes, salvo en la variedad Comuna, donde sí se está dando una rebaja de las cotizaciones más importante. Según las cotizaciones de la Lonja de Reus, la almendra Comuna está a 4,26 euros el kilo de grano, a 7,20 la Largueta y 7,66 la Marcona; esta última siempre se diferencia algo por arriba, pero es un euro menos que el año pasado. La Largueta también ha bajado un euro, mientras que la Comuna ha sufrido el mayor descenso: cerca de tres euros.
Sin embargo, si comparamos estos precios con los de diez años atrás, todos siguen estando muy por encima. Entonces la Comuna se pagana a 3,83, la Largueta a 3,96 y la Marcona a 4,43, según los datos recogidos por Vicente Lladró en lasprovincias.es.
El miedo y la preocupación que impera ahora mismo está no tanto en los precios, que siguen siendo rentables, sino en los datos. Según la Mesa Nacional de Frutos Secos ha estimado que la producción de almendra en la campaña que ahora comienza será de 57.753 toneladas de almendra grano, lo que supone un incremento de un 26% con respecto a la campaña pasada.
Y tanta producción y la apuesta que se sigue haciendo por el almendro es lo que no acaba de dejar dormir a todos los productores, que temen que su cara apuesta por él (porque hay recordar que no es un cultivo barato y que se debe esperar varios años antes de que empiece a dar resultados) estalle como una burbuja de aire como tantas veces ha pasado en otras producciones.