Cerca de medio millar de ganaderos de siete autonomías se han concentrado este miércoles frente al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para pedir un cambio en los planes de sanidad animal y un mayor control de la fauna salvaje.
La manifestación, convocada por Unión de Uniones bajo el lema «Sanidad animal: ¡Así, no! Por una ganadería viva y una buena gestión de la fauna salvaje», ha reivindicado una revisión de los controles de las enfermedades animales, especialmente la tuberculosis bovina, y poner medidas para evitar eliminar animales sanos.
La organización, como viene señalando en los meses precedentes, considera que la ganadería extensiva, al compartir pastos con la fauna silvestre, se encuentra indefensa ante los repuntes de enfermedades, a pesar de los controles sanitarios establecidos.
Consideran el primer paso delimitar las zonas de emergencia faunística y evitar el sacrificio de animales sanos
Este hecho es uno de los principales puntos de partida y sobre el que, según Unión de Uniones, el Ministerio debería trabajar para evitar el contagio de animales y, en muchos casos, la ruina de ganaderos al tener que sacrificarlos. Por esto mismo, el manifiesto de la organización comienza con la petición de una mejor delimitación de zonas de emergencia faunística y establecimiento de planes de control de las especies que provocan los daños.
Unión de Uniones considera que la sanidad ganadera debe ser tratada como una prioridad de país y debe contener medidas eficaces llamadas a garantizar la salud de los animales, prevenirla y llevar controles eficaces que eviten, por otro lado, el sacrificio de animales sanos.
En este sentido, la organización, como viene insistiendo, ante enfermedades como tuberculosis o la brucelosis, solicita la incorporación a los protocolos sanitarios de una prueba de contraste o contraanálisis como garantía para el ganadero.
Por su parte, el coordinador estatal de la Unión de Uniones, José Manuel de las Heras, ha declarado que la finalidad es manifestar que los ganaderos están «hartos» y que hace falta un «cambio total» en los planes de sanidad animal, así como un mayor «saneamiento de la fauna salvaje y evitar que se eliminen animales sanos».
De las Heras ha subrayado que, si bien las explotaciones han sufrido pérdidas económicas, la movilización de hoy, que sucede a otras organizadas en otras autonomías, tiene como reivindicación principal «rebajar las cifras» del impacto en la cabaña ganadera de la tuberculosis bovina (enfermedad que no se propaga al hombre).
Asimismo, reclama que los ganaderos deben ser indemnizados al 100%: “Los ganaderos no pueden asumir los costes derivados de la sanidad. Los costes de sacrificio, la reposición, el lucro cesante, el sobrecoste de la alimentación de los animales inmovilizados o los efectos secundarios de la vacunación u otros tratamientos”.
Sanidad animal…¡así no!
La organización pone en evidencia que, si bien los programas de erradicación de la tuberculosis suponen un gasto importante, de 30,7 millones de euros anuales, su mala gestión y la inexistente coordinación con los relativos a fauna silvestre, han hecho que en los últimos 5 años, la prevalencia de la enfermedad haya pasado del 1,31% en 2012 al 2,87 % en 2016, así como la incidencia en animales, que ha crecido del 0,23% al 0,51%, pero con picos mucho más elevados en algunos casos como Andalucía con más de un 17%, Extremadura con un 14% y Castilla-La Mancha con cerca del 9%.
Unión de Uniones considera que es imposible mejorar las cifras en la ganadería mientras no se actúe para disminuir la incidencia en especies reservorio de la enfermedad, como el jabalí, con un nivel de infección del 26%, o del 27,5% en el caso del ciervo. Así lo ha expuesto también el Tribunal de Cuentas de la UE y la Auditoría Europea realizada sobre el programa de erradicación de la tuberculosis bovina en España.
La organización agraria exige que se trate el problema de la tuberculosis bovina desde una perspectiva más amplia, que tenga también todas las especies susceptibles de ser portadoras y con un tratamiento integrado de todos los factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad.
Por cierto, ¿Cuantos de los rebaños afectados comen gallinaza? ….
Ciertamente en 2016 resultaron en España positivos a las pruebas diagnósticas el doble de animales y de rebaños que en 2012(PREVALENCIA APARENTE) pero no nos dicen que los rebaños y animales en los que se confirmó la infección han pasado a ser la mitad pasando y respectivamente pasaron del 59% al 25% y del 23% al 12% por lo que nos hemos limitado a clasificar incorrectamente los animales positivos* y la PREVALENCIA REAL -que debe depender del nivel de infección (EFSA, 2014)- apenas ha variado.
Más animales positivos y rebaños: SI, Más infección:NO // La mejora de nuestra calificación sanitaria por le OIE desde 2013 lo avala, desde entonces «Enfermedad Sospechada pero no Confirmada».
La infección en fauna es alta y conocida desde 2007 y debe evitarse, pero los positivos en Bovino han surgido desde 2013 de repente y en toda España incluyendo establos por el supuesto y predicado «incremento de la sensibilidad diagnóstica» mediante gamma (10 veces más que en Irlanda con mas ganado e infección) e interpretaciones extraseveras en rebaños sin confirmar (Inoculación cuello…) etc, etc…
El incremento de sensibilidad provoca la disminución de la especificidad aumentando los «Falsos Positivos». (OIE) Animales positivos no infectados cuyo sacrificio resulta un coste y no contribuye a erradicar la enfermedad (Según Gobierno Irlandes y N. Zelanda).