Las siembras de soja superarán por primera vez a las de maíz en EEUU durante los ejercicios de 2019 y de 2020, al situarse en 91 ó 92 millones de acres (alrededor de 37 millones de hectáreas), según recoge el Departamento de Agricultura de este país norteamericano (el USDA, en siglas en inglés).
Por primera vez desde 1983, el maíz no será el principal cultivo sembrado en el país, muestra el informe, que prevé 91 millones de acres de maíz para el 2018 y de 90 millones para 2019. El USDA constata que esta coyuntura de ascensos para la soja en detrimento del maíz se mantendrá durante los próximos ejercicios.
De hecho, para 2027, la superficie de maíz rondará los 85,5 millones de acres (unos 35 millones de hectáreas) frente a los 91,5 millones de acres de la soja (sobre 37 millones de hectáreas). EEUU es actualmente el mayor productor y exportador de maíz del mundo y segundo exportador de soja, solo por detrás de Brasil.
Se prevé una presión al alza sobre los precios de la soja y aumentará el rendimiento del productor, fomentando nuevas siembras
«Se espera que el incremento de la demanda mundial y el aumento del uso doméstico de la soja provoquen una subida de los precios y una mayor rentabilidad de los productores, lo que generará incentivos para aumentar las plantaciones», ha especificado el documento.
Para explicar este auge, el USDA ha destacado que la harina de soja es un componente principal de los alimentos de la ganadería y, en este contexto, el aumento de los ingresos en muchas economías emergentes se ha traducido en un aumento del consumo de carne y, en consecuencia, de la demanda internacional de este cereal.
«Esta creciente demanda ejercerá presión al alza sobre los precios y aumentará el rendimiento del productor, fomentando nuevas siembras», ha remarcado el informe.
Ha aclarado que la fuerte demanda mundial de soja, particularmente en China, impulsará el comercio de este producto de EEUU en los próximos años, aunque habrá más competencia también en el mercado mundial por la harina y el aceite de América del Sur, especialmente de Brasil o de Argentina.
El informe avanza que los precios de los alimentos y forrajes tocarán fondo durante la campaña de comercialización 2017-2018 y que ya la campaña 2018-2019 marcará el comienzo de nuevos incrementos graduales que continuarán a lo largo de la década, aunque sin llegar a los máximos de hace algunos años.