El proyecto de regadío de Tierra de Barros lleva años acumulando enfados y polémicas entre los agricultores y los políticos, pero ahora parece que pude convertirse en un cisma netamente político en Extremadura. El PP extremeño ha dejado claro que no aceptará «imposiciones ni ningún ultimátum» en el proyecto de regadío de Tierra de Barros, después de que el Grupo Parlamentario Vox haya condicionado su apoyo a los presupuestos regionales de 2025 a la inclusión de una partida de fondos para el citado proyecto.

«La solución al regadío de Tierra de Barros no pasa por que un socio de Gobierno de un ultimátum», ha afirmado este miércoles el portavoz del PP de Extremadura, José Ángel Sánchez Juliá.

Ha recordado que la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ya aseveró que su Ejecutivo «será un Gobierno sin imposiciones ni ultimátum» y donde los intereses de la ciudadanía «están por encima de cualquier partido», incluido PP y Vox.

«No vamos a aceptar imposiciones que venga de Madrid», ni de la sede del PP ni de la sede de Vox», ha añadido Sánchez Juliá, quien ha remarcado que la Junta de Gobierno de Extremadura es «libre» y toma decisiones por el interés de todos los extremeños.

A su juicio, el proyecto de regadío de Tierra de Barros, «un proyecto importante en el que el Gobierno socialista no puso dinero», precisa de soluciones que pasan por el rigor, las garantías, la transparencia y la verdad, y «de menos testosterona».

Desde el PP «pedimos tranquilidad y que no haya contradicciones dentro de la propia Consejería», ha dicho Sánchez Juliá en alusión a la que dirige el consejero de Vox, Ignacio Higuero.

El Grupo Parlamentario Vox ha condicionado este miércoles su apoyo a los presupuestos regionales para 2025 a la inclusión de una partida de fondos de la comunidad autónoma para el proyecto de regadío en Tierra de Barros, puesto que, ha dicho, sin las ayudas inmediatas ni de la Comisión Europea ni del Gobierno de España, este debe ejecutarse «en solitario», «a pulmón» o vía endeudamiento.

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