Ginés Mena / Efeagro
Los precios del aceite de oliva en origen parecen no tener freno -cada semana avanzan, de forma lenta pero inexorablemente- y los vírgenes extra se dirigen hacia el umbral psicológico de los 4 euros, lejos aún del techo logrado en agosto de 2015 (4,23 euros) y de Italia, donde se acercan a 6 euros.
Productores, cooperativas y almazaras rentabilizan esta bonanza que, por el contrario, puede provocar una situación insostenible para los envasadores e incluso, lastrar en corto espacio de tiempo las exportaciones, que hasta ahora son las que «tiran» del producto.
La exportación va bien al beneficiarse de caídas de producción de otros países pero los altos precios empieza a afectarla
En 2016, el comercio exterior ha ido «como la seda» pero en mercados como el británico, que acusa la devaluación de la libra, el «oro líquido» se ha convertido en un producto tan caro como inaccesible para muchos, incluso para restaurantes mediterráneos.
El descenso de los rendimientos grasos de la aceituna esta campaña en España, las menores cosechas en otros países productores, y la buena evolución de las exportaciones, que hasta ahora han resistido pese a los altos precios, juegan a favor de las subidas.
El director de la Asociación de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva (Asoliva), Rafael Pico, constata que esta campaña será «muy difícil» para estas empresas porque tienen complicado trasladar las fuertes subidas de precios de la materia prima al mercado internacional, sobre todo en terceros países.
Una parte del sector agrario piensa que no se alcanzará el aforo proyectado, de 1,38 millones de toneladas, aunque hay suficientes disponibilidades para atender la demanda actualmente, sobre todo de Italia, que urge más y más aceite tras su paupérrima cosecha.
El POOLred recoge entre el 18 y el 24 de febrero un total de 59 operaciones de compraventa entre almazaras y comercializadoras por 4.565 toneladas de aceite a un precio medio de 3,79 euros por kilo.
Los vírgenes extra ganaron un 0,57 % en el período, y se pagan ya a 3,88 euros por kilo; los vírgenes suben el 0,34 % hasta 3,79 euros/kg y los lampantes lo hacen el +1,09 % hasta 3,70 euros.
Este viernes 24, los agentes comerciales salían a comprar vírgenes extra a partir de 3,772 euros/kg, según Infaoliva (almazaras).
Del 13 al 19 de febrero, el virgen extra se pagaba a 380 euros/100 kg en Badajoz; 375 en Ciudad Real; 379,50 en Córdoba; 382 en Granada; 382,82 en Jaén; 376,13 en Málaga; 385 en Sevilla; 397,50 en Tarragona y 374 euros/100 kilos en Toledo, informó el Mapama.
El aceite de orujo crudo repuntó el 5,91 % hasta 161,91 euros/100 kg mientras que el de girasol refinado se dejó el 0,39 % semanal y se sitúa en 85,59 euros/100 kilos, según la misma fuente oficial.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) constata que en un contexto mundial de reducción de oferta y un consumo estable, los precios en origen «están sido remuneradores», si bien en España se sitúan por debajo de otros mercados -Italia o Túnez- y lejos de los niveles de agosto de 2015.
En concreto, la producción nacional de aceite en lo que va de campaña (de octubre a enero) asciende a 1.072.700 toneladas, un 14 % menos que en la anterior, a pesar de que el primer mes del 2017 se obtuvieron 518.200 toneladas, la más alta de los últimos ejercicios.
La comercialización total de aceite de oliva se situó en 488.300 toneladas, un 18 % más, impulsada por las exportaciones (de 309.500 toneladas, +31 %), ya que el mercado nacional se mantuvo estable (en 178.800 toneladas), según los datos conocidos esta misma semana.
Los productores coinciden en que no se alcanzará el aforo, aunque no en cuánto puede bajar esta campaña
El secretario general de UPA-Jaén, Cristóbal Cano, destaca que más del 90 % de la cosecha se ha recogido ya en la provincia, primera productora nacional, que se dará por finalizada este mes.
«Está por ver si alcanzamos las cifras aforadas de las que se hablaba pero, si llegamos, será muy justos», debido a los menores rendimientos grasos de las aceitunas, especifica Cano.
José Ramón Díaz (Asaja) explica a Efeagro que el mérito de la exportación española es, al menos en parte, circunstancial es decir, la caída de la cosecha en otros países olivareros.
Asaja calcula en 1,3 millones de toneladas la producción para el ejercicio y, así, no se alcanzarían las cifras del aforo de la Junta de Andalucía porque los rendimientos son menores a lo esperado.
«No creo que lleguemos a las cifras que marcaba el aforo», comparte Gregorio López (COAG), quien añade que lo más probable es que no se superen los 1,2 millones de toneladas. Al menos, insiste, después de tres campañas con precios «ruinosos», ahora los olivareros obtienen precios razonables y pueden liquidar deudas.
Pero los exportadores advierten: Si el alto coste de la materia prima se dilata en el tiempo, las ventas exteriores se desacelerarán, y lo harán bruscamente, lo que no será bueno para nadie en este sector, tampoco para los productores.
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