Ginés Mena / Efeagro
Los altos precios del aceite de oliva reducen de nuevo la demanda nacional, mientras que la exportación sigue tirando de las ventas de la categoría, en un contexto de escasez de materia prima, que «atesora» España en sus almacenes.
Según los últimos datos oficiales, el mercado interior es de 362.000 toneladas en lo que va de campaña (de octubre a junio), un 10% menos interanual, mientras que las exportaciones se disparan un 17%, con una medida de salidas de más de 81.000 toneladas por mes.
Unas 730.000 toneladas salieron fuera de nuestra fronteras, dato que muestra la pujanza de la exportación de aceite español, pese al alto precio de la materia prima, ya que el virgen extra acumula una alza del 25% interanual y del 12% en el primer semestre de 2017.
Concentración de empresas ante los nuevos mercados pero con miedo al proteccionismo de Trump
De hecho, durante los ocho primeros meses de campaña (hasta mayo), las ventas exteriores se elevaron un 22% en volumen, mientras que en valor alcanzan un récord histórico de 2.450 millones de euros, tras rentabilizar los fuertes repuntes de salidas hacia Italia en cantidad -este año tuvo pobre cosecha-, a mayor precio.
Los destinos extracomunitarios también parecen «dar alegrías» a España, con exportaciones que mejoran un 42% en valor (en volumen, algo menos, sobre el 16%), lo que da muestras de la buena acogida del producto en países asiáticos o en EEUU, por ejemplo.
Respecto a este último mercado del aceite de oliva, son muchas las empresas que se concentran en las posibilidades de crecimiento (como Dcoop o Deoleo), aunque los operadores deberán estar muy atentos a posibles decisiones proteccionistas del Gobierno Trump y, más aún, después de la apertura de una investigación «antidumping» a la aceituna de mesa negra española, tras una denuncia de empresas de California.
En cuanto a la evolución sectorial durante los últimos días, el Observatorio de Asaja-Jaén, con datos del 21 al 27 de julio, ha indicado que el precio del aceite de oliva se recuperó durante la última semana -al subir diez céntimos de euro por kilo, de media, en la mayoría de las categorías, tanto en el mercado general como para el picual de Jaén-, y las ventas también se recuperaron levemente.
Por su parte, los agentes comerciales salían el jueves 27 a comprar vírgenes extra picuales desde 3,719 euros/kg; vírgenes desde 3,619 y Lampantes a partir de 3,521 euros, según la Federación Española de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva).
Mientras tanto, el Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) refiere, entre el 22 al 28 de julio, 18 operaciones de compraventa entre almazaras y entidades comercializadoras por 1.274,50 toneladas y un precio medio de 3,74 euros/kg. Por categorías, el POOLred apunta 3,79 euros/kg para el virgen extra; 3,67 euros para el virgen y 3,61 para el lampante.
Italia ha tenido la peor campaña en décadas del aceite de oliva y ha tenido que incrementar hasta un 20% las compras a España
Respecto a otros países, en Italia el aceite de oliva virgen extra se paga en origen a 5,64 euros/kg entre el 17 y el 23 de julio, un 55,3 % más que hace un año; el virgen cotiza a 3,97 euros (+36 %) y el lampante ronda los 3,20 euros/kg (+24,2 %), de acuerdo con los datos que difunde el instituto Ismea de ese país.
En Grecia, los aceites de oliva de mayor calidad oscilan entre los 3,91 y los 4,22 euros por kilo, mientras que en Túnez, estos vírgenes extra se pagan a 4,03-4,43 euros/kg.
Precisamente, Ismea hace balance estos días de la campaña 2016-2017 como la peor en décadas, tras una exigua cosecha de 182.000 toneladas (-62%), lo que explica que los precios pagados a sus agricultores hayan superado los 6 euros por kilo en algunos períodos y que se hayan visto obligados a incrementar hasta un 20% las compras a España para poder suministrar a los mercados.
Avanzan que la cosecha 2017-2018 promete más abundancia que la anterior, aunque son conscientes de que no será un ejercicio fácil por las heladas de primavera y la actual sequía.
Una escasez hídrica que también preocupa en España, ya que nuestro país soporta un año especialmente complicado en cuanto a necesidades de agua y que podría pasar factura a la próxima cosecha.