La Unión Europea (UE) ultima el «chequeo» de la Política Agraria Común (PAC), tras el acuerdo político sobre el Reglamento Omnibus alcanzado este mes por el trílogo -Consejo, Comisión y Parlamento Europeo- y que introducirá algunas mejoras para el sector a partir del 1 de enero de 2018.
Se trata de una «revisión intermedia» del actual marco financiero plurianual 2015-2020 (España recibirá 47.000 millones de euros), hasta que la UE acometa la gran reforma del período 2020-2027, que se presume difícil, ya que se podría reducir el presupuesto en 3.600 millones debido al «agujero» que dejará el Brexit.
Se dejará de penalizar al ganadero de la dehesa y se facilita la aplicación de las exigencias ecológicas
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, resalta que las modificaciones del Omnibus responden a las demandas que el Gobierno defendió ante Eurocámara y Consejo.
Cabanas subraya, así, que se reconozcan los pastos arbustivos (la dehesa española) y su acceso a ayudas, y el refuerzo de la capacidad negociadora de las organizaciones de productores (OPs).
Mientras llega la aprobación definitiva de este Reglamento -posiblemente en noviembre-, «estamos preparando la legislación y, en el momento que entre vigor, poder trasladarla a las solicitudes del año que viene (2018)», apunta el secretario general.
Por su parte, la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Clara Aguilera (Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en la Eurocámara) se muestra satisfecha por estos acuerdos.
A su juicio, permitirá mejorar las subvenciones a jóvenes; que los Estados puedan determinar cada año qué cultivos reciben ayudas asociadas voluntarias;, «mejoras significativas» para las OPs «en todos los sectores» -que quedarán exoneradas de ciertas obligaciones sobre Competencia- y que se recoja la especificidad de la dehesa.
Con este acuerdo, se dejará de penalizar al ganadero de la dehesa por una definición en vigor pensada para regiones del Norte de Europea y se facilita la aplicación de las exigencias ecológicas introducidas tras la última reforma, coincide en apuntar a Efeagro la eurodiputada del PP Esther Herranz, quien considera que el sector tendrá «tranquilidad» hasta que llegue la gran reforma post 2020.
Para el vino, se introducen mejoras en relación con la gestión y acceso a las autorizaciones de plantación de nuevos viñedos.
Fuentes de las organizaciones agrarias valoran la reducción del 30 al 20% en las pérdidas para que entren en funcionamiento los seguros agrarios y las cooperativas celebran el refuerzo de las OPs.
Los expertos ven que «no da tiempo» a hacer cambios profundos para 2020 y la gran reforma de la PAC se podría posponer hasta 2022 ó 2023
Pero una parte del sector teme que los cambios en la política agraria de la PAC abran la puerta a «los agricultores de sofá», si bien confían que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente no suprima la condición de «activo» para cobrar ayudas.
Mientras el Omnibus despega, el campo está atento a la reforma post 2020 -podría retrasarse por las elecciones europeas y Brexit-, con incertidumbres económicas y riesgos de «renacionalización».
El economista agrario Tomás García Azcárate, reconoce a Efeagro que «no da tiempo» a hacer cambios profundos para 2020 y, por tanto, la gran reforma de la PAC se podría posponer hasta 2022 ó 2023.
En este sentido, deja claro que «ni habrá dinero ni agua para todo, ni para todos», por lo que tendrán que adoptarse «prioridades sobre qué tipo de agricultura, agricultores y medio rural queremos».
El jefe de Unidad adjunto de la DG Agri de la Comisión Europea, Ricard Ramón i Sumoy apuntó a Efeagro que la CE respetará sus obligaciones y antes de final de año presentará una comunicación sobre las «grandes líneas» de la futura PAC (post 2020).
«El presidente Juncker se ha comprometido a presentar para mayo de 2018 la propuesta del marco financiero plurianual» y «será en ese momento cuando podremos presentar propuestas legislativas; luego, las negociaciones entre Parlamento Europeo y Consejo pasan a otro nivel y hay incertidumbres», reconoce Ramón i Sumoy.
Resalta que la CE pretende garantizar una futura política agraria «mucho más focalizada a los resultados» y que dirigirá el presupuesto más a los logros que a los requisitos, controles u obligaciones.
Las «grandes líneas» de la Comisión para la PAC post 2020 -añade- pasan por garantizar «la resiliencia» del sector agrario en un contexto de volatilidad de mercados; el respecto al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático; y el reequilibrio de las zonas rurales, generando empleo y fomentando el relevo generacional.
A estos objetivos se suman innovación y trasferencia tecnológica y «habrá que reflexionar sobre simplificación y subsidiariedad».
(Texto: Ginés Mena / Efeagro)