La prevalencia de la tuberculosis bovina en Extremadura es a fecha 13 de junio del 10,8 por ciento en el caso de las explotaciones ganaderas y del 0,63 por ciento de los animales, según los datos facilitados en la Asamblea por el director general de Agricultura y Ganadería, Antonio Cabezas, quien, a su juicio, estos datos permiten «un moderado optimismo», que indican que se está en el buen camino y ha destacado también «la colaboración total» del Ministerio de Agricultura en las medidas adoptadas.

El director general de Agricultura y Ganadería, junto al de Medio Ambiente, Pedro Muñoz Barco, comparecieron a petición propia en la comisión parlamentaria correspondiente de la Asamblea de Extremadura para abordar la situación actual de la enfermedad animal y su incidencia en el medio ambiente.

A finales de 2015 era del 12,23%, sólo superado por andalucía, con un 17,24%

Cabezas ha recordado que los datos finales de 2015 señalaron una prevalencia acumulada del 12,23 por ciento de las explotaciones y el 1,10 por ciento de animales positivos, los más altos en Extremadura en los últimos 20 años y solo superados por Andalucía, con el 17,24 por ciento, con una media nacional que es del 2,81 por ciento.

Asimismo, ha aprovechado para destacar la «campaña ambiciosa» llevada a cabo por la Junta de Extremadura, que ha permitido que hasta el 13 de junio se haya actuado en el 68 por ciento de las explotaciones, realizándose un total de 6.556 registros ganaderos, dando prioridad a las explotaciones que han tenido positivo o relaciones epidemiológicas con las mismas.

Antonio Cabezas, que ha resaltado que el 34 por ciento de explotaciones que resultaron positivas en los primeros meses de 2016 ya se han «negativizado», ha asegurado que «semana tras semana se va apreciando la eficacia de las medidas adoptadas», lo que es la mejor señal de que se empieza a controlar la enfermedad.

Para Cabezas, los datos hacen pensar que «ha pasado ya el peor momento y hay que seguir por el camino establecido, sin ocurrencias ni frivolidades, sino el marcado por los especialistas».

Por su parte, Pedro Muñoz Barco, ha relatado las medidas adoptadas para actuar sobre que aquellas especies cinegéticas que más pueden incidir en la tuberculosis bovina y ha recordado que el pasado 13 de junio se publicó la Orden General de Vedas.

En esta orden se establece, entre otras cuestiones, el permiso para abatir ciervos y jabalíes afectados por la tuberculosis bovina, en zonas de caza menor y en determinadas condiciones.

se está trabajando en una línea de ayudas para mantener los cerramientos de los cotos en buen estado

También ha explicado la existencia de un convenio con la Universidad de Extremadura para conocer mejor los factores que intervienen en la propagación de la enfermedad y que se está tramitando otros sobre las mejoras sanitarias en explotaciones ganaderas, cinegéticas y mixtas.

Muñoz Barco también anuncia que se está trabajando en una línea de ayudas para mantener los cerramientos de los cotos en buen estado, así como en trípticos y folletos para conocimiento enfermedad y con recomendaciones.

El director general ha defendido que la principal conclusión de los estudios llevados a cabo es que una finca ganadera, cinegética o mixta con problemas de tuberculosis requiere un análisis individualizado para conocer cuales son sus factores de riesgo y qué medidas son necesarios «porque no existe una receta única».

En este sentido, el portavoz del PP, José Antonio Echávarri, ha dicho no entender el optimismo del Ejecutivo, ya que, según los datos que se ofrecieron del 30 de junio de 2015, la prevalencia era del 8,48 por ciento en las explotaciones, inferior a la facilitadas hoy, lo que hace pensar que a final de año será superior a la del ejercicio pasado.

Echávarri, que ha dado la bienvenida a todas las medidas «siempre que sean eficaces», ha pedido que «no se engañe» y se aclaren las medidas adoptadas, como las referidas a la posibilidad de abatir ciervos y jabalíes durante todo el año, ya que es necesario precisar que es solo en la modalidad «de aguardo, espera o rececho, en la que precisamente no es en la que se abaten muchas piezas».

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