La mujer ha sido, desde sus orígenes, un elemento fundamental en la historia de la ganadería. El rol femenino ha sido un pilar sobre el que se ha construido el pasado de esta actividad. En la actualidad, su participación es esencial para afrontar los cambios que debe afrontar esta actividad para garantizar su subsistencia. Sin embargo, no siempre se ha tenido en cuenta el papel que la mujer ha jugado. Por eso, los tiempos de cambio y de igualdad empiezan a llegar al mundo ganadero y, más en concreto, a la carne de cordero y cabrito, cuya última campaña de promoción incide en la sostenibilidad, fijación del territorio y cómo esta y su consumo puede ser un elemento clave para frenar la despoblación.
Y el primer paso lo va a dar la Asociación Trashumancia y Naturaleza, como responsable de gestionar el futuro de esta actividad, que ha cambiado la nomenclatura por la cual se rige la Concordia para reflejar la importancia del papel de la mujer en esta área. Con este primer paso la Trashumancia corrige 600 años de olvido de la importancia de la mujer en la ganadería
Por ello, también los encargados de realizar el pago simbólico ante el Ayuntamiento de Madrid serán, a partir de ahora, los “Pastores y Pastoras de la Mesta”, poniendo fin al apelativo de ‘Hombres Buenos de la Mesta’ usado durante los últimos seis siglos en este mundo ganadero.
Como se recordrá, este fin de semana Madrid celebra las Fiestas de la Trashumancia (declarada como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de España) de una forma más amplia y especial ya que este año se cumplen 600 años de la Concordia entre los llamados entonces ‘Hombres buenos de la Mesta’ y el Concejo de la Villa y 25 años de la recuperación de la fiesta por el Ayuntamiento de Madrid.
Aunque ya no se les da tanta importancia en la sociedad como antaño, las actividades del sector primario siguen siendo fundamentales para la economía. Entre estas, se encuentra la trashumancia, un tipo de pastoreo en el que se transporta al ganado por distintas zonas para aprovechar los terrenos más productivos según la época del año.