El drama de la crisis citrícola llama a la puerta de los tribunales de justicia. La caótica y desesperada situación que viven miles de agricultores valencianos con motivo de los pésimos resultados que está ofreciendo la actual temporada naranjera ha disparado la interposición de denuncias ante los juzgados por parte de los productores de cítricos, según señala la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Los servicios jurídicos de la Asociación constatan que durante las últimas semanas están tramitando un verdadero aluvión de casos que terminan materializándose en la presentación de demandas en los tribunales, «una circunstancia que refleja con total elocuencia el modo en que la crisis está cebándose con los citricultores». Los letrados de esta organización agraria aseguran que el número de denuncias que están interponiendo alcanza niveles sin precedentes en la historia del sector.
El incumplimiento más frecuente es la renuncia repentina de determinados operadores a recolectar la totalidad, o una parte, de la cosecha
Las referidas denuncias se sustancian, básicamente, en la comisión de tres irregularidades penalizadas por la ley: el incumplimiento de contratos, los impagos de las cosechas y la supuesta detección de una cantidad abusiva de destrío durante el proceso de confección de la fruta en los almacenes. El incumplimiento más frecuente consiste en la renuncia repentina por parte de determinados operadores comerciales a recolectar la totalidad, o una parte, de la cosecha del agricultor, tal como se había acordado y recogido debidamente en el documento contractual.
También abundan en esta crisis citrícola los casos de operadores que dejan la fruta adquirida sin pagar o de aquellos otros que intentan renegociar los precios a la baja o que deciden poner en práctica la llamada venta a resultas, esto es, sin una cotización pactada de antemano. Otra de las anomalías que está a la orden del día, y que termina en reclamaciones ante los tribunales por parte de los afectados, es la presunta aparición de un número anormalmente alto de destrío en la fruta que se confecciona en los almacenes. En alguna ocasión, esos destríos que aduce el comercio llegan incluso al 70% de la cosecha adquirida y ese porcentaje de la fruta que supuestamente no reúne la condición comercial adecuada, obviamente no se le paga al agricultor.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera que la actual coyuntura citrícola «es explosiva» y anima a los citricultores que están siendo víctimas de abusos por parte de los operadores comerciales «a acudir a los tribunales para reclamar aquello que les pertenece por derecho porque tampoco podemos consentir que se instale una sensación de impunidad y que aquí vale todo. También es cierto que hay muchos operadores comerciales que están trabajando con seriedad, pero el repunte que se está produciendo en materia de incumplimientos es alarmante».
Además, el máximo responsable de esta organización agraria lanza un mensaje a las autoridades y, más concretamente, a la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) -organismo dependiente del Ministerio de Agricultura- para que tome cartas en el asunto de manera firme y decidida a fin de llevar a cabo una campaña exhaustiva de inspecciones que permita detectar las irregularidades en las que están incurriendo determinadas empresas y aplicar las sanciones oportunas».
Finalmente, para el presidente de AVA-ASAJA «lo que está ocurriendo esta campaña con la crisis citrícola refleja, una vez más, que la ley de la cadena alimentaria no está siendo capaz de ofrecer las soluciones que precisa el mercado, puesto que los agricultores, tal como queda patente a diario, siguen encontrándose en la indefensión más absoluta».