La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha mantenido un encuentro con representantes del Ministerio de Agricultura en el que ha planteado una batería de actuaciones frente a la desastrosa campaña de la fruta que están padeciendo los productores y frente a la crisis estructural del sector.
«La actual campaña de la fruta está resultando crítica para la rentabilidad de los productores», ha señalado David Borda, Responsable estatal de Fruta de COAG. «El comienzo de la misma fue nefasto y el desarrollo no ha ido a mejor». Durante el mes de julio las cotizaciones continuaron cayendo y se situaron en torno a los 0, 45€/kg para las primeras calidades de melocotón y nectarina y 0,25€/kg para las de menor calibre, niveles que no son remuneradores para el agricultor por estar por debajo de los costes de producción. «En la actualidad, la situación es de completo y generalizado deterioro del mercado en Aragón y Catalunya, con cooperativas y almacenes que no aceptan más fruta y las salidas se producen sin precio de venta», añade Borda.
Medidas ante esta situación: ampliar el cupo del veto ruso, más medidas ante la especulación o condonación de las cuotas a la SS
Tras varios años en los que las cotizaciones han sido bajas o muy bajas, desde COAG se considera que «no se trata de una situación coyuntural, sino que se ha tornado en una cuestión estructural que necesita ser abordada en profundidad, porque está derivando en un cambio de modelo productivo hacia una fruticultura sin fruticultores».
Por todo ello, COAG ha solicitado una serie de medidas urgentes para paliar la actual y reiterada difícil situación de los agricultores y agricultoras de fruten esta campaña de la fruta. Entre ellas, está la ampliación del cupo de medidas contra el veto ruso en melocotón y nectarina, con cantidades extraordinarias por distorsión de mercado; o la intensificación de las actuaciones para evitar la especulación en la cadena, de tal manera que se propicie un reparto justo del valor generado en la misma, mediante el aumento de los controles de AICA o la inspección y control de la calidad y el etiquetado en los puntos de venta. También se ha demandado la activación de diversas medidas económicas excepcionales para los fruticultores, como por ejemplo la condonación de las cuotas a la Seguridad Social, ayudas y moratorias para los préstamos contraídos o la reducción a cero de los módulos para la fruta dulce en el cálculo de la renta de 2017, ante la ausencia generalizada de beneficios.
De la misma forma, COAG ha reclamado una serie de medidas que modifiquen la problemática estructural en la que se encuentra sumido el sector, encaminadas a la defensa del modelo de producción basado en una fruticultura con fruticultores, en una agricultura familiar de agricultores profesionales.
«Las administraciones han de posicionarse claramente a favor de este modelo que se ve amenazado por las inversiones externas, el capital ajeno que busca sólo rendimientos económicos» ha explicado Borda. «Los apoyos públicos han de dirigirse únicamente a las pequeñas y medianas explotaciones profesionales agrarias, evitando que caigan en manos de grandes empresas y agentes comerciales».
En este sentido, COAG exige un análisis en profundidad de la realidad productiva del sector de la fruta, por zonas, variedades y calendarios, imprescindible para poder valorar actuaciones como el apoyo al arranque y abandono en determinados tramos de campaña, con una limitación global de producción/nuevas plantaciones asociadas. También se reclama la reforma de los sistemas de gestión de crisis, con la creación de un sistema de gestión de crisis grave y el impulso del sistema de no cosecha/cosecha en verde. Finalmente, otras cuestiones que también se consideran importantes a poner en marcha es el aumento de los esfuerzos en promoción de la fruta dulce producida en el estado español o la potenciación de las producciones de calidad y apoyo a la creación de marcas de calidad.