Lo habían avisado el pasado mes y ahora se convierte en realidad. Las organizaciones agrarias COAG y UPA han convocado una gran concentración el próximo 29 de mayo en la Plaza de las Batallas de Jaén, ante la Subdelegación del Gobierno y la Delegación de la Junta de Andalucía. Lo hacen «cansadas ya de comprobar cómo no existe reversión en los precios de ruina que sufre el sector productor, sino todo lo contrario, cada semana cae unos céntimos más«. Lo hacen cansadas de comprobar cómo «las administraciones no han hecho absolutamente nada para revertir una situación con la que el olivar tradicional, el mayoritario en la provincia de Jaén, se juega su futuro».
Y lo hacen con un llamamiento a toda la sociedad, porque la realidad de este problema no es sólo del sector olivarero, sino también de las organizaciones sindicales, partidos políticos, asociaciones de consumidores, cooperativas, almazaras privadas, grupos de concentración, comerciantes, autónomos, profesionales agrarios….
«Hemos sido prudentes con los periodos electorales para no plantear movilizaciones en campaña y ya ha llegado el momento de salir a la calle»
Al respecto, tanto Juan Luis Ávila, secretario general de COAG, como Cristóbal Cano, responsable de UPA, coinciden en que «la sociedad, en su conjunto, debe ser capaz de reivindicar la puesta en marcha de medidas que, además, no suponen que las administraciones pongan un euro. UPA y COAG Jaén planteamos una tabla de propuestas perfectamente posibles de cumplir. Es cuestión de voluntad política y de seriedad, porque esta crisis de bajos precios tiene un calado y una importancia suficiente para defender, de una vez por todas, al sector».
«Vemos con preocupación cómo no se ha producido una reversión en los precios de ruina que sufrimos los olivareros. Y seguro que pronto aparecerá algún visionario que dirá que vamos a tener 4 millones de toneladas de producción en la próxima campaña y se sembrarán más dudas para que el precio no remonte. Hemos sido prudentes con los periodos electorales para no plantear movilizaciones en campaña, y por eso esperamos al 29 de mayo para convocar la concentración como primer acto de movilización para que se visualice la situación de ruina que atravesamos los olivareros de la provincia. Hemos tenido más paciencia de la necesaria y ya ha llegado el momento de salir a la calle», explica el secretario general de UPA, Cristóbal Cano en su acto para detallar la realidad del sector.
Por su parte, el secretario general de COAG, Juan Luis Ávila, concreta: «No hablamos de una manifestación al uso, de algo puntual. El día 29 empieza un proceso ambicioso para conseguir la estabilidad en los precios del aceite de oliva. Queremos hacer una movilización social como la vivida en el año 1998, y eso se gesta poco a poco, comenzando por la esta primera concentración. El olivar tradicional se juega mucho y es posible mantener unos precios sensatos. En los últimos 20 años hemos incrementado la producción en 25.000 toneladas anuales y hemos colocado ese aceite en el mercado. En los próximos 10 años podemos comernos esas 200.000 toneladas más que pueden producir los olivares superintensivos. Y hay mucha gente que viene a buitrear este sector y que cuando menos precio, mejores condiciones para unas transformaciones y unos cambios que ni siquiera tenemos la certeza que sean rentables».
Unas medidas concretas para superar la realidad por la que atraviesa el sector
Tanto Juan Luis Ávila como Cristóbal Cano han confirmado que COAG y UPA han hecho todo lo posible, en todo momento, por mantener la unidad de acción en el sector. Tanto es así que las dos organizaciones han renunciado a convocar movilizaciones mucho antes y que, finalmente, se decidió acordar el día 29 de mayo para no interferir en los procesos electorales. Aun así, muestran su confianza en que, en cualquier momento, las tres organizaciones vuelvan a estar juntas porque, entienden, la unidad es fundamental.
Las medidas que reivindican para hacer patente esta realidad son «que no difieren, ni una coma, de las acordadas en un primer momento, son las siguiente»s: que las administraciones consideren esta bajada de precios injustificada como una cuestión de Estado que está arruinando a nuestros pueblos para que tres empresas se estén embolsando más de 3 millones de euros diarios: que se revisen los precios de activación del almacenamiento privado ya y se active por “grave distorsión” del mercado; que se apruebe la extensión de norma a través de la Interprofesional del Aceite de Oliva y el sector pueda autorregular el mercado sin que Competencia tenga nada que objetar; que la gran distribución deje de banalizar el aceite como producto reclamo; que las administraciones persigan la venta a pérdidas con mayor beligerancia; que Competencia inicie de oficio una investigación del mercado del aceite de oliva a fin de dilucidar si se están llegando a acuerdos en la compra; que se ponga en marcha un plan especial de control de las cantidades de aceite almacenadas por los distintos operadores para asegurar que los datos son fiables; que se revise de urgencia la composición de precios en el Pool-Red, mejorando el sistema hasta que el grado de representación de precios en el sector sea suficiente; que el Gobierno incluya el olivar tradicional de alta pendiente y baja producción en las ayudas asociadas de la PAC; y que se apueste realmente por el olivar tradicional, garante del aceite de oliva de calidad y de sostenibilidad económica, social y medioambiental del medio rural.
(Foto: Archivo F. J. Vargas)