El director general de Cooperativas Agro-alimentarias, Agustín Herrero, ha valorado el «clima favorable» que se ha creado en España actualmente para «reflexionar y debatir» sobre la necesidad de impulsar más procesos de integración o fusiones entre estas empresas para ganar dimensión y competitividad.

Así lo ha destacado Herrero en una entrevista con Efeagro, en la que repasa los principales asuntos que marcarán la agenda del sector agrario al inicio del nuevo curso, tras el período estival.

Apuesta por un proceso de fusiones que persiguen ganar músculo empresarial y luchar contra la atomización

Sobre las concentraciones, el director general ha resaltado que este creciente interés se ha abierto en prácticamente todos los sectores agroganaderos, tanto a nivel supraautonómico como regional, por lo que se seguirá avanzando en esta línea en los próximos meses.

Procesos que persiguen ganar músculo empresarial y luchar contra la atomización, y que Cooperativas Agro-alimentarias seguirá apoyando como hasta ahora, según ha comprometido Herrero.

A su juicio, las políticas actuales evolucionan hacia una mayor liberalización y menores apoyos públicos, lo que exige que los productores trabajen para ganar tamaño, mejorar gestión y acceso a los mercados y, en definitiva, competitividad internacional.

En cuanto a otras preocupaciones de las cooperativas, el director general ha recordado que el mercado de la fruta de hueso ha estado «hundido», arrastrando problemas todo el verano, lo que ha motivado reuniones constantes entre el sector agrario y la Administración.

Ha valorado que, finalmente, la Comisión Europea decidiera en agosto, a petición de España, incrementar el cupo del reglamento del veto ruso en 20.000 toneladas más, aunque se necesitan más medidas.

En este punto, en las próximas semanas arrancará «un período de reflexión» sobre la situación del sector de la fruta de hueso y se tendrán que analizar los «desajustes» entre oferta y demanda, que se repiten ya con demasiada frecuencia, y estudiar «un plan de futuro».

Ve imprescindible alcanzar un pacto nacional del agua porque «ningún sector ni el país en su conjunto puede permitirse que no se alcance»

Muy atentas estarán las cooperativas, a su vez, a la campañas de la vendimia y aceite de oliva, que vienen mermadas por la sequía.

Más allá de problemas hídricos en estos ámbitos, Herrero ha alertado de que muchos pantanos están en «mínimos históricos», por lo que el problema de la sequía y falta de agua es ya «nacional».

Herrero ve imprescindible alcanzar un pacto nacional del agua porque «ningún sector ni tampoco el país en su conjunto puede permitirse que no se alcance» un acuerdo o que no se aborde una política a largo plazo con inversiones e infraestructuras que «nos den un poco de tranquilidad» sobre un recurso «estratégico».

«Hay mucha preocupación por la ‘Xylella'» ha añadido, por otra parte, el director general, quien muestra su intranquilidad por la extensión de la bacteria, aunque reconoce que las autoridades están actuando correctamente en cuanto a prevención y erradicación.

Advierte de que existe el riesgo de que se recorten los presupuestos y haya «menos Europa y menos PAC»

En ámbito comunitario, ha recordado que la Comisión ha avanzado un documento de reflexión sobre el presupuesto de la UE y «pensamos que estamos en un momento crítico».

Ha reconocido que, debido al Brexit y a las dificultades económicas de los países, existe el riesgo de que se recorten los presupuestos y haya «menos Europa» y «menos PAC», lo que sería una decisión estratégica «con muchísimas consecuencias» y «errónea».

«Estamos convencidos de que el agrario y agroalimentario irá mucho mejor como sector europeo que como sector renacionalizado», ha agregado, por lo que las Cooperativas trabajarán conjuntamente con el sector y el Estado español para defender una futura PAC (más allá de 2020) fuerte.

Las cooperativas trabajan también en la consulta que ha lanzado la UE sobre la futura regulación de la cadena alimentaria y Herrero confía en que se cree una autoridad independiente que mejore las relaciones comerciales y sancione los abusos, al estilo de la normativa española que derivó en una ley nacional y en la creación de la agencia de control AICA.

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