La sede de la Diputación de Jaén ha acogido la presentación de las conclusiones del proyecto MOCHUELO, una iniciativa de I+D que ha permitido desarrollar con éxito un sistema pionero mediante el uso de aviones no tripulados (UAS/RPAS), conocidos popularmente como drones, para realizar tareas de seguridad y vigilancia nocturna en las explotaciones de olivar y agrícolas en la provincia jiennense.
El proyecto, promovido gracias a un acuerdo de colaboración entre la Diputación de Jaén y la Fundación Andaluza de Desarrollo Aeroespacial (FADA), ha sido presentado por el presidente de la Diputación, Francisco Reyes; el director general de FADA, Joaquín Rodríguez Grau; y la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en la provincia, Ana Cobo Carmona; quienes han destacado la gran utilidad que este proyecto tendrá en el ámbito de la agricultura, un sector estratégico en Jaén, y que también cuenta con grandes posibilidades de aplicación en otros importantes sectores económicos.
El proyecto ha permitido de forma remota para identificar vehículos y personas y las actividades que llevaban a cabo
Para el presidente de la Diputación, la realización de un estudio, «que ha conseguido demostrar la utilidad de este tipo de aviones para la detección de intrusos en el olivar», contribuye «a subrayar la importancia como centro de referencia para la investigación y el desarrollo de tecnología ligada a aviones tripulados del Centro ATLAS».
La iniciativa ha sido desarrollada por ingenieros y expertos del Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (CATEC) en el Centro de Vuelos Experimentales ATLAS de Villacarrillo (Jaén), ambos organismos gestionados por FADA, a través de diversas campañas de vuelos y ensayos con diferentes aviones no tripulados provistos de cámaras de espectro visible, infrarrojas, termográficas (que detectan el calor) y otros sensores que han permitido determinar la monitorización y detección de objetos de interés y tomar imágenes de detalle y con gran calidad.
El objetivo ha sido demostrar la viabilidad y operatividad de este tipo de tecnologías controladas de forma remota para identificar vehículos y personas y las actividades que llevaban a cabo, y de este modo detectarlos por la noche para prevenir la entrada de posibles intrusos en las explotaciones agrícolas y evitar robos o intrusiones no permitidas en ellas. El proyecto se ha realizado sobre las fincas de olivar situadas a 30 kilómetros cuadrados del Centro ATLAS, y su uso puede hacerse extensivo a cualquier explotación agrícola.
En este sentido, el director general de FADA, Joaquín Rodríguez Grau, subrayó que los buenos resultados desarrollados con esta iniciativa pueden trasladarse y aplicarse a otros importantes sectores económicos, como pueden ser el de medio ambiente, la seguridad y emergencias, la topografía, la inspección de infraestructuras, la arquitectura, la arqueología o el patrimonio. «Son sectores y actividades económicas que también pueden beneficiarse de manera importante de este nuevo sistema y de la tecnología basada en aviones no tripulados en general», añadió.
Asimismo, destacó al Centro ATLAS de Jaén como el único espacio de España donde se pueden desarrollar ensayos y vuelos con drones como los realizados para el proyecto MOCHUELO, gracias a su tecnología única y a su condición como único espacio segregado para uso civil certificado por la Agencia Espacial de Seguridad Aérea (AESA), lo que lo posiciona como un referente internacional.