La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido «poner un tope» a los aumentos del precio del gasóleo agrícola tras «el ascenso estrepitoso de los precios las últimas semanas». Ese tope es necesario, según ha señalado la UPA en un comunicado, «para que no alcance máximos históricos que sigan dificultando la supervivencia de miles de pequeñas y medianas explotaciones agrarias cuya rentabilidad ya está al límite».
Los últimos incrementos del precio han llegado en «un momento pésimo para el sector agrícola» ya que los agricultores andaluces se encuentran en plena campaña de siembra de cereales de invierno, y en la recogida de la aceituna de verdeo, que este año se ha retrasado un poco, además de la inminente campaña de recogida de aceituna para aceite.
Se trata de «una época en la que las explotaciones usan más maquinaria y, por tanto, tienen que asumir un mayor consumo de carburantes».
Insisten en poder seguir beneficiÁndose de la devolución, por parte de la Agencia Tributaria, del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos
Según UPA, para afrontar esta subida del precio del combustible los agricultores y ganaderos no tienen la fuerza ni el peso en la cadena comercial para poder repercutirlo en el precio al que venden sus productos.
Para paliar los efectos de las fluctuaciones del precio de los hidrocarburos, la organización agraria ha valorado que los agricultores y ganaderos se puedan seguir beneficiando de la devolución, por parte de la Agencia Tributaria, del Impuesto Especial sobre Hidrocarburos.
Pero ha recordado que hace unos años esa deducción se redujo de 78 euros a 63,71 euros por cada mil litros, y ha asegurado que esta única medida es insuficiente.
Por ese motivo también ha solicitado la recuperación de otras medidas complementarias que el Gobierno retiró hace dos años, como son la reducción del 35 % de la facturación de gasóleo en el IRPF, del 15% en plásticos, y del 15% en fertilizantes, pues sus costes de fabricación están íntimamente ligados a las oscilaciones de precios de los combustibles fósiles.
En 2012 el litro de gasóleo agrícola llegó a estar a 0,99 euros, después descendió hasta los 0,58 euros en 2016, y posteriormente se ha mantenido a 0,68 euros, pero en octubre el precio del gasóleo agrícola ha subido a 0,89 euros, lo que supone un aumento de un 27% con respecto al último año.