El futuro de la PAC y el dinero que contará en los próximos Presupuestos europeos se parece cada día más a una negociación en un bazar árabe. Se empieza con amenazas muy drásticas (hasta un 30% menos ha llegado a augurar el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker) para ir rebajando las cifras (sobre el 10% anunciaba este lunes en Madrid el comisario europeo de Presupuesto, Günther Oettinger) para dar sensación de que se flexibilizan las posturas y lograr que, por un lado, se acepte como mal menor el recorte que va a existir y, por otro, que los países asuman que deberán poner más dinero a esos Presupuestos.
Por eso, la visita de Oettinger a Madrid ha servido para suavizar tensiones, pero también para dejar claro que el Brexit va a provocar que los Presupuestos de la futura PAC se vayan a ver mermados sí o sí, aunque ahora se hable solo de «recortes moderados y sopesados». Por eso, el comisario europeo de Presupuesto ha advertido a los diputados y senadores españoles de que los recortes «serán inevitables», tanto en la política de cohesión como en la Política Agrícola Común (PAC), por la salida británica de la UE. «Cuando un tío rico se muere en Navidad hay menos regalos», ha ilustrado.
Pero el recorte no vendrá solo por el Brexit, sino porque la UE tiene nuevas prioridades, como la política europea de defensa y la gestión de las fronteras externas, una prioridad para la cual los países del sur, entre ellos España, reclaman cofinanciación europea. Eso sí, dentro de las nuevas prioridades, ha dejado claro que la tijera europea no afectará a las partidas vinculadas a los programas Erasmus y al proyecto «Horizonte 2020» ya que se trata de la juventud y del futuro de Europa. Lo dicho, cuestión de prioridades.