El sector del cerdo ibérico vive momentos muy convulsos. Por un lado, su imagen se encuentra cada vez más dañada con los constantes casos detectados por la Guardia Civil con productos en mal estado, que sitúan a la principal distrubuidora de productos ibéricos, Comapa, en el ojo del huracán. A este se le añade el movimiento de los ganaderos por cambiar la norma de calidad, que hasta ahora parece que divide más que une al sector. Y como ejemplo, mientras Asaja Córdoba se niega por ejemplo a rebajar la edad de los animales en ninguna de las categorías, Asaja Castilla y León propone todo lo contrario. Y como colofón, las empresas inspectoras, con varios casos de suspensión recientes y con el anuncio de la Entidad Nacional de Certificación (ENAC) anunciando unos cambios que rechazan los ganaderos a pesar de que el nuevo documento ha sido elaborado con la participación de la Mesa de Coordinación de la Norma de Calidad del Ibérico.
Un panorama sombrío que este miércoles se pondrá sobre la mesa en el encuentro que mantendrá el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda, con el presidente de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI).
En este encuentro se quiere lograr desde Asici cambios en la Norma de Calidad, como el citado cambio en la edad de los animales o la petición de suprimir la obligatoriedad de tener reproductores machos con libro genealógico pese a las diferencias que esta propuesta sigue creando en el sector.
Asimismo, se quieren modificar otros aspectos, como el cálculo de la carga ganadera máxima permitida durante la montanera, que sería no en función de la superficie arbolada cubierta, sino según la cantidad de bellota de las fincas, o una protección específica del cerdo de campo, que también divide al sector.
Y como colofón, la nueva norma de ENAC (ver aquí el documento presentado) que la Entidad justifica ante las irregularidades detectadas, que han llevado a las citadas suspensiones, mientras que desde Asici se critican porque consideran que representarán una carga económica para los propios ganaderos.