La Alianza UPA-COAG ha denunciado este viernes 20 el «drama» que viven los ganaderos de extensivo de la provincia de Ávila, cuyas explotaciones sufren más del 50 por ciento de los ataques de lobos que se producen en toda Castilla y León.
Según los datos de la organización agraria, si en 2016 el 43 por ciento de los ataques de los cánidos se registraron en la provincia abulense, actualmente esa cifra ya supera el 50 por ciento, lo que en su opinión demuestra que se trata de una situación de «extrema gravedad».
La Alianza señala que las lobadas en el primer trimestre de los últimos años demuestra «la expansión» de estos animales en Ávila, ya que los ataques en ese periodo de tiempo en 2016 fueron 261, mientras que en 2017 alcanzaron los 273 ataques.
Advierten de que las ganaderías extensivas «acabarán desapareciendo, con un medio rural plagado de fauna salvaje y despoblado»
Las estimaciones de la organización agraria apuntan que las lobadas en el primer trimestre del presente ejercicio «se habrían multiplicado por dos», lo que a su juicio supone «un desastre para la actividad ganadera extensiva».
Según UPA-COAG, entre 2001 y 2013 el censo de lobos en Ávila «se multiplicó por seis» y desde entonces las manadas se han «incrementado sustancialmente», teniendo en cuenta «el altísimo número de ataques» desde ese año, hasta ahora.
Ante estas cifras, la Alianza ha tachado la situación como «escandalosa», ya que los ganaderos abulenses de extensivo sufren una «situación límite».
«El enorme incremento de la población de lobos en los últimos años al sur del Duero pero especialmente y de forma tan excepcional en nuestro territorio provincial debe hacer recapacitar a los responsables políticos de esta Comunidad, de nuestro país e incluso de Europa», ha apuntado la organización agraria.
Desde su punto de vista, «lejos de una gestión adecuada la especie, se está multiplicando a ritmo vertiginoso, hasta el punto de hacer imposible la viabilidad económica de cientos de explotaciones ganaderas en zonas de montaña y sierra de la provincia».
Tras calificar de «absoluto escándalo» lo que está sucediendo, UPA-COAG exige que se adopten medidas, de ahí que haga un llamamiento a la Junta para que «asuma la responsabilidad en este asunto a nivel de gestión, control y compensación justa por los daños que ocasionan los lobos».
Desde su punto de vista, «urgen actuaciones contundentes y sentido común», ya que de lo contrario las ganaderías extensivas y las producciones de calidad vinculadas a esta actividad profesional «acabarán desapareciendo en muy poco tiempo, con un medio rural plagado de fauna salvaje, sin población y totalmente despoblado».