La organización agraria Asaja y la asociación ecologista SEO-BirdLlife han pedido a las comunidades autónomas un mayor compromiso con la ganadería extensiva y con las especies necrófagas, en el sentido de que impulsen los depósitos de cadáveres de ganado para aprovechamiento alimenticio de carroñeros.
Ambas entidades han informado en un comunicado de que existe un Real Decreto de 2011 que exige a las regiones regular las zonas en las que los ganaderos pueden dejar cadáveres de reses para que los buitres y otras especies necrófagas, como el águila imperial o el oso pardo, puedan alimentarse.
Sin embargo, según sus datos, «sólo» siete comunidades autónomas -ocho, en el caso de que Aragón se sume-, están autorizando el depósito de cadáveres.
A su juicio, la «desidia» política de «algunos» gobiernos autonómicos «no sólo pone en peligro a especies amenazadas, sino que ocasionan costes innecesarios tanto al sector ganadero como a la propia Administración».
Han añadido que la imagen negativa de los buitres y otras especies carroñeras «es injusto», ya que tienen un papel «clave» para «acelerar el retorno de nutrientes a la cadena trófica» y, «sobre todo», para recuperar la gestión tradicional en el manejo de bajas en ganadería.
Hay un «alarmante declive» de la población de buitres a nivel mundial, de tal forma que de las 23 especies conocidas, 16 están amenazadas y ocho en peligro crítico de extinción, han detallado.