Bajo el lema, “Noviercas: #EstaGranjaNOeslaLeche”, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha iniciado una campaña de sensibilización social e institucional para evitar la puesta en marcha del mayor “monstruo lácteo” de Europa en Soria. Así lo ha decidido este miércoles 8 el sector lácteo de COAG durante el encuentro en Madrid de los máximos responsables de las distintas zonas productoras. Durante la reunión se ha analizado el brutal impacto económico, social y medioambiental del proyecto de macrogranja de 20.000 vacas que, la Sociedad Limitada Valle de Odieta, pretende poner en funcionamiento en el municipio soriano de Noviercas.
El informe de impacto, elaborado por los Servicios Técnicos de COAG en colaboración con la organización Amigos de la Tierra, pone de relieve los perniciosos efectos de esta “salvaje iniciativa” para el sector lácteo español, el medio rural castellano-leonés y el medio ambiente de la zona. En el caso de que finalmente la macrogranja de Noviercas iniciara su actividad con el censo de 20.000 vacas, podría llegar a producir un total de 179.740.000 litros de leche al año [1] que vendrían a sustituir a 432 explotaciones de su entorno (un tercio del total de explotaciones de Castilla y León) o, lo que es lo mismo, a destruir 726 puestos de trabajo directos en el medio rural.
Unos datos negativos en todos los sentidos para el sector, el medio ambiente y la propia zona
Asimismo, una explotación como la planteada consumiría entre 4 y 6,35 millones de litros de agua al día, incluyendo usos directos (para beber) e indirectos (limpieza de la explotación, sistemas de ordeño, etc.), cantidad que puede llegar a superar al consumo de toda la población de la ciudad de Soria, unos 6,15 millones al día. Además, la producción de residuos orgánicos – purines y estiércol – de una cantidad tan elevada de animales puede generar serios problemas ambientales y de salud pública.
Esta macrogranja produciría unas 368.000 toneladas de excrementos al año, el equivalente a una población de unos 4,4 millones de personas. Las 20.000 vacas producirían casi el doble de residuos orgánicos que toda la población de Castilla y León y casi 50 veces los generados por todos los habitantes de la provincia de Soria. El almacenamiento y tratamiento de tal cantidad de residuos orgánicos plantea riesgos de vertidos y fugas. Como demuestra la experiencia en EE.UU., (donde este tipo de macro-explotaciones ganaderas está más extendido), los cauces, el agua potable, la salud pública, la fauna y otras actividades económicas, como el turismo, pueden verse gravemente afectadas.
Durante las próximas semanas, COAG se reunirá con los diferentes grupos políticos con representación en el Congreso para exponer los resultados del informe de impacto de esta “monstruosa iniciativa”, pedir su rotundo rechazo y plantear una normativa reguladora que ponga límite a la dimensión de las explotaciones para garantizar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de la actividad ganadera y fomente el modelo social y profesional agrario.
Esta campaña también se trasladará a Bruselas, con una ronda de contactos con los europarlamentarios españoles y los grupos del Parlamento Europeo.
Desde el fin de las cuotas lácteas (1 de abril de 2015) en España ha disminuido un 10% el número de explotaciones lácteas, pasando de 17.084 a 15.368 en diciembre de 2016. Cerca de 2.000 explotaciones no han podido soportar unos precios en origen por debajo de los costes de producción. El proyecto de Noviercas sólo es posible por la eliminación del sistema de cuotas de producción y la desregulación de los mercados.
[1] Según datos del Boletín ECREA de 2014 (último disponible) sobre Resultados técnico-económicos de Ganado Vacuno de Leche en diferentes comunidades autónomas españolas, en las explotaciones de vacuno de leche de Castilla y León se emplearon de media, en 2014, 1’68 UTAS/explotación (0’97 correspondiente a mano de obra familiar y 0’71 correspondiente a mano de obra asalariada) y las vacas produjeron de media 8.987 litros de leche por animal. La media de leche producida por explotación fue, asimismo, de 415.818 de leche.
Mala leche