La directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, ha presidido este jueves 20 varias reuniones con las organizaciones representativas del sector citrícola, en las que se ha analizado la difícil situación que está atravesando el sector en la presente campaña 2018/2019, y las posibles soluciones para tratar de aliviarla. Como resultado de estos encuentros, el Ministerio ha decidido abrir, en los próximos días, un cupo para transformar en zumo naranjas, mandarinas, clementinas y satsumas retiradas del mercado.
Una medida que consistirá en la retirada de estas frutas por parte de las organizaciones de productores, para su entrega a entidades caritativas. Estas entidades, a su vez, cierran contratos con la industria para obtener un resultado en zumo y néctar. Una parte de la cantidad entregada se utilizará como pago en especie por los gastos de transformación.
El Ministerio ha fijado una cantidad máxima a retirar de 50.000 toneladas, que serán financiadas en el marco de los programas operativos de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas.
Los importes de la ayuda a los productores para la financiación de estas retiradas pueden superar los 12,5 millones de euros.
Las entregas de productos retirados del mercado por parte de las organizaciones de productores a las entidades caritativas para su posterior transformación, podrán comenzar en los próximos días, una vez que se cierren los acuerdos entre dichas entidades y las industrias.
Así mismo, en las reuniones mantenidas, se ha analizado la evolución del comercio exterior habiéndose puesto de manifiesto por parte del Ministerio que se están siguiendo de forma exhaustiva las importaciones procedentes de terceros países, particularmente las originarias de Sudáfrica.
Pese a este seguimiento, la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, aseguraba este miércoles 19 que el Gobierno no tiene constancia de un aumento de las importaciones citrícolas de Sudáfrica que haga necesario solicitar a la Comisión Europea (CE) la activación de medidas, como la cláusula de salvaguardia, para frenar su entrada en la Unión Europea (UE).