La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha presentado ante la Comisión Europea el proyecto Agri-Hebe 2020 de apoyo integral a los jóvenes que se instalan en el campo, a sus iniciativas empresariales y a la mejora del relevo generacional en la actividad agraria.
La iniciativa se concretará en una selección previa de proyectos que, por innovación, valor añadido y posibilidades de arraigo empresarial y generación de empleo, puedan ser referentes extrapolables para las políticas dirigidas a evitar el éxodo rural en Europa. El objetivo es favorecer el asentamiento de más de 2.000 jóvenes hasta el año 2020. Actualmente sólo un 10% de los titulares de explotaciones agrarias en Andalucía son menores de 35 años.
Se desarrollarán herramientas ‘online’ y un itinerario personalizado de formación y asesoramiento a los candidatos
Como proyecto piloto, Agri-Hebe 2020 ofrecerá fórmulas que permitan la incorporación de los jóvenes al campo con opciones de éxito. La propuesta parte de las condiciones adecuadas que reúne el medio rural andaluz como banco de pruebas a escala continental, especialmente la diversidad de su agricultura, la competitividad de sectores como el hortofrutícola o el olivar, las infraestructuras y el apoyo de una administración cercana y distribuida por todo el territorio.
Con estos objetivos se desarrollarán herramientas ‘online’ y un itinerario personalizado de formación y asesoramiento a los candidatos para el diseño de sus iniciativas emprendedoras. Para la implantación de los proyectos se prevé la creación de una entidad público-privada con la participación de la Junta, administraciones locales, organizaciones profesionales agrarias, cooperativas y entidades financieras, entre otros, que se encargará de movilizar de forma coordinada todos los recursos disponibles para facilitar la instalación del joven agricultor, poniendo a su disposición tierras públicas y privadas, créditos blandos, ayudas y otros instrumentos.
Este apoyo incluye también un seguimiento del plan durante los primeros cinco años para garantizar que las nuevas empresas agrarias sean competitivas y logren asentarse. Para ello se contará con el apoyo de agricultores y ganaderos con experiencia.