La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Andalucía ha acusado este jueves 13 a la industria de especular con los precios del aceite y le ha pedido que «detenga la sangría en la bajada de precios en origen». También ha instado a los productores a no precipitarse en la toma de decisiones y a mantener la calma, «pues hay suficientes argumentos para que los precios tiendan al alza», según un comunicado.
Un mes más, UPA Andalucía hace balance de la evolución de la campaña de aceite de oliva, a partir de los datos de noviembre extraídos del último informe emitido por la AICA sobre la evolución del mercado del aceite de oliva y el de aceituna de mesa, publicado este jueves.
Esta campaña de olivar viene caracterizada por presentar un retraso significativo y generalizado en la recolección. Las condiciones climatológicas de la primavera y el verano, unidas a las lluvias de octubre y noviembre, no han ayudado tampoco a que el fruto madure de forma adecuada, con los que los rendimientos grasos se están quedando en torno a dos o tres puntos por debajo de lo que estaba previsto; este es un factor muy importante a tener en cuenta, ya que supondrá una reducción en la producción de esta campaña.
Finalizado el mes de noviembre, en Andalucía se ha producido en torno a las 62.000 t de aceite frente a las 102.000 t recolectadas a nivel nacional. Una cifra sumamente baja si la comparamos con las 234.000 t producidas el pasado año en el mismo mes. Las importaciones han sido algo menores que en el mes de octubre, rondando las 10.000 t.
Defienden que la industria “dejar de especular y, por tanto, frenar la sangría en la bajada de precios en origen»
Con respecto a los datos de salidas de aceite al mercado, tanto de exportaciones como al mercado interior aparente, han sido también ligeramente más bajos al mes de octubre, aunque se mantiene el buen ritmo. La comercialización ha sido de 112.000 t frente a las 117.300 del pasado mes.
Con estos datos de entradas y salidas de aceite de oliva, las existencias totales a finales de noviembre se sitúan en las 268.100 t repartidas de la siguiente manera: 136.500 t en almazaras, 126.400 t en envasadores y refinerías, y 5.200 t en el Patrimonio Comunal Olivarero. Este dato de existencias contrasta con las 323.000 t que teníamos en las mismas fechas del año anterior.
Desde UPA Andalucía piden a la industria “dejar de especular y, por tanto, frenar la sangría en la bajada de precios en origen que llevan padeciendo los productores en las últimas semanas”. Y es que desde la organización agraria insisten en que “los precios del aceite de oliva deberían ir inequívocamente al alza y los motivos son muchos y de peso: la menor disponibilidad de existencias con respecto al año anterior, el menor rendimiento graso, que hará que se obtenga a final de campaña una menor producción de aceite, el buen ritmo de comercialización. Se unen otros argumentos como las importantes caídas de producción de los países del arco mediterráneo, que harán que tengan que acudir a nuestro mercado para cubrir sus necesidades y que nuestro país domine los mercados”, advierten desde UPA Andalucía ante la intención de especular con los precios.
Asimismo, UPA Andalucía aconseja a los agricultores, como ya pasara a inicios de año, que no se precipiten en la toma de decisiones y que mantengan la calma. La organización explica que “vivimos un momento puntual complicado, dado que todavía no están llenas las bodegas con el nuevo aceite. Pero hay que evitar por todos los medios las fluctuaciones en los precios, para facilitar una estabilidad en el mercado, con el fin de mantener nuestras exportaciones, así como incentivar nuestro consumo interior, venido a menos en los últimos tiempos”.
Por tanto, en palabras de la organización agraria, “hay que evitar por todos los medios que los precios en origen sigan hundiéndose, unos precios que se sitúan un 23% por debajo de los del mismo periodo del año anterior y que, según Poolred, han descendido de forma continua en las últimas tres semanas en la presente campaña. Consecuentemente, lo que hay que intentar es mantener un precio de referencia coherente con lo que precisan los productores, los mercados y el consumidor”.