Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en relación a los documentos elaborados por el Ministerio sobre condicionalidad reforzada y ecoesquemas que formarían parte de las normas de la futura PAC, ha remitido más de 80 observaciones en las que refleja la necesidad de evitar complejidades que generen rechazo y desincentiven la participación de agricultores y ganaderos.

Unión de Uniones ha presentado más de 80 observaciones en las que se reclama la definición de nuevos eco-esquemas específicos, por ejemplo, para la protección de zonas de cultivo bajo agua, la reducción voluntaria del caudal de riego, la conservación de elementos del paisaje y el bienestar animal. De igual forma, la organización pide reajustar los requisitos contemplados en determinadas líneas para facilitar su aplicación. Así, por ejemplo, se solicita tener en cuenta toda la superficie pastable en las destinadas a ganadería extensiva y siega de pastos o, en el eco-esquema sobre rotación de cultivos mejorantes limitar la exigencia a tres.

En opinión de la organización, los ecoesquemas, tal y como los define el Ministerio, pueden resultar excesivamente complejos, sobre todo, para sectores clave como los ganaderos o el arroz y contemplan sobreesfuerzos excesivos que pueden desincentivar la participación de los agricultores y ganaderos, lo que podría suponer un «fracaso estrepitoso» de la implementación de estos instrumentos.

RESPALDAN UN ÚNICO ECOESQUEMA QUE INCLUIRÍA UN ABANICO DE MEDIDAS, DE ENTRE LAS QUE SE PODRÍAN APLICAR AQUELLAS MÁS ADECUADAS A CADA EXPLOTACIÓN

Respecto a la ganadería, la organización se muestra escéptica sobre estos instrumentos. «Algunos ganaderos están viendo cómo sus ayudas se han reducido de manera importante en 2021 por la convergencia» denuncian desde la organización. «Establecer compromisos que les dejen fuera de estas ayudas sería la puntilla», añaden.

La organización, dentro de sus más de 80 observaciones, ha solicitado también al Ministerio que explore otras vías alternativas, como las propuestas por Castilla y León con un único ecoesquema que incluiría un abanico de medidas, de entre las que se podrían aplicar aquellas más adecuadas a cada explotación.

En cuanto a la condicionalidad reforzada, la organización ha solicitado al MAPA que no dificulte con «burocracia inútil» el acceso a las ayudas y no defina requisitos más allá de los estrictamente impuestos por Bruselas.

Unión de Uniones recuerda que estos instrumentos conformarán la arquitectura medioambiental de la futura PAC 2023-2027 en el marco del Plan Estratégico Nacional y establecerán, por un lado, la línea base para que los agricultores y ganaderos puedan percibir los pagos directos (condicionalidad) y, por otro, una serie de incentivos dotados con una importante partida presupuestaria – 975 millones de euros – para fomentar la realización de prácticas más sostenibles en el sector agrario (eco-esquemas), por lo que es importante determinar con eficiencia una fórmula que se ajuste con la realidad y no perjudique el papel clave de en la producción sostenible de alimentos de agricultores y ganaderos.

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